Es pura coincidencia
que mi última entrada hablase de la vegetación de los arenales interiores y que
posteriormente, haya pasado parte del mes de agosto cerca de algunos de los
mejores arenales gallegos, disfrutando de una vegetación, relativamente
parecida a la descrita para los arenales de la Mancha.
Realmente se trata de un completo
ecosistema marino-terrestre, del cual derivan esos “pequeños” arenales
interiores. Aquí, en las costas, está la fábrica de este tipo de plantas tan
especializadas. Pequeñas variaciones climáticas y edáficas enriquecen el elenco
de plantas vasculares, según los diferentes climas costeros, ya sea
Mediterráneo o Atlántico, y éste, Atlántico gallego, gaditano-onubo-algarviense
o cantábrico.
El
origen de los materiales también crea
una diferenciación adaptada a la química del sustrato, aunque aquí, la
variación no es tan neta como en tierra firme, entre suelos silíceos y básicos,
al llevar las arenas, casi siempre, una alta proporción calcárea por la alta proporción de esqueletos y conchas que llegan a tener.
Dos factores edáficos más tienden hacer aún más diversa la vida vegetal costera. La salinidad, decreciente tierra adentro, y los nitratos provenientes de la abundante materia orgánica aportada por el oleaje. Además la vida vegetal está condicionada por el movimiento de las arenas, ya sea por el golpeteo mecánico, por el rozamiento o por enterramiento
La acción del viento se pone de manifiesto en las sombras de esta imagen
Ante todos estos factores, casi más
bien inconvenientes, la vegetación
responde con estoicas adaptaciones a uno u otro factor, engrosando
epidermis, cubriéndose de pelos y vellosidades, acumulando agua o reservas para
afrontar la salinidad o los enterramientos; aminorando hojas, reduciendo
estomas, creando cutículas reflectantes y un largo etcétera. Casi todas estas
plantas tienen apellidos como: maritima, littorea, o arenaria.
Otanthus maritimus y Medicago marina (abajo) repelen la luz del sol y el viento desecante con una espesa vellosidad
Supongo que es la distancia a las
grandes ciudades, el mal llamado “mal tiempo” o la temperatura de las aguas, la
que ha hecho que las áreas dunares y
bordes de playas se encuentren aquí, aparentemente, en tan buen estado de conservación; máxime si
lo comparamos con sus homólogas áreas
mediterráneas.
Muchas de las grandes playas
gallegas son una auténtica lección de geografía. Desde los cerros cercanos a la costa, el paisaje es
como esas láminas que acompañan a los libros de ciencias de la tierra, en las
que se ve la montaña originando valles y ríos que van a parar al mar entre
colinas y desembocando a un lado de la playa, tras dejar una breve marisma e
incluso algunas albuferas o lagunas interiores. Faltan los rótulos de: cabo,
bahía, playa, tómbolo, marismas, acantilado, puerto, etc.
Salvando las distancias, me llaman
la atención las coincidencias con la vegetación manchega, la nitrófila: desde
el malvecino Salsola kali a extremos puntuales como Lavatera marina o la
amapola amarilla Glaucium flavum, de algunas lagunas de Rivas; la salina: desde
las suedas y salicornias a los llantenes o, como en la entrada anterior, la
sabulícola o psammofila con los paralelismos o vicarianzas de Malcolmias,
Linarias, Artemisas o acederas.
Las playas son un ejemplo de esos
ecosistemas en que puedes trazar una línea en función de un parámetro de
importancia y ver cómo cambia la vegetación en su progresión lineal, existe una
“catena” salino-arenosa, en la que la vegetación va cambiando según se va
reduciendo la salinidad hacia el interior, función también remarcada por la
reducción de la movilidad de la arena que cada vez está más asentada, tiene más materia orgánica y
llega un momento en que la vegetación, apenas se diferencia de la de los montes
vecinos.
Existen varias zonaciones
funcionales de lo que es una playa o mejor dicho, un conjunto dunar. Desde el
borde superior de las mareas hasta el interior continental totalmente
estabilizado. En zonas de costa rocosa, también existe una zonación
vegetacional en función de la salinidad y de la influencia de los “rociones”
marinos, pero totalmente diferente a la de las playas.
En primer plano dunas blancas, luego dunas grises y al fondo el contacto con las laderas
Esta zonación es variable en denominación,
pero las respuestas vegetales son precisas. Hay playas, dunas blancas y
grises (función de la estabilidad y abundancia de materia orgánica); hay playas
y post-playas, hay dunas primarias, secundarias y terciarias. Dunas
remontantes, activas, sub-recientes y fósiles, etc.
La primera franja vegetal apenas tiene cobertura y variedad de especies
- En la playa, muy cerca de donde
mueren las olas de las mareas altas normales, comienza la vida vegetal, aún no
han comenzado propiamente las dunas, pues está en la misma línea de rotura de
las olas de los temporales de invierno.
Dunas blancaas con Euphorbia parallias, Otanthus maritimmus, Eryngium maritimus y barrón
Es la zona más inestable, más salina y
más arriesgada, aunque son frecuentes los regalos, el maná alimenticio que
aportan algas, materiales diversos y restos animales, traídos por las olas más
altas.
Una estrecha franja ocupada por Cakile maritima y la nitrófila Salsola kali
A pesar de ello la cobertura no
llega a una cuarta parte. Aquí solo pueden vivir verdaderos especialistas de la
sal y aprovechados de la nitrofilia. Son Cakile
maritima, Salsola kali, Honckenia peploides, Pancratium maritimum, Medicago
marina y muy pocas más, pues los grandes temporales invernales “machacan”
literalmente esta estrecha franja.
En lo más duro de la playa propera la pequeña Honckenia peploides
La azucena de mar Pancratium maritimum aparece desde el borde del agua hasta las post-playa
- Casi bruscamente comienza el campo
de dunas, a veces con montículos aislados, formados gracias a la tenacidad del
barrón, Ammophilla arenaria, verdadero
protagonista de las dunas marinas que resiste o retrasa los procesos erosivos
respecto a las arenas circundantes. Estas son las dunas blancas, las más
activas o móviles, la vegetación apenas coloniza la mitad del sustrato.
El barrón es el responsable de la formación de estos altos montículos aislados
Aquí, aparte de alguna de las
anteriores, ya entran los especialistas de la arena y el viento, el barrón y
otra dura gramínea Elymus farctus. Aparecen especies como la correhuela de las
dunas Calystegia soldanella, Othantus maritimus, Crucianella maritima, Carex
arenaria, Eryngium maritima, Euphorbia parallias, Polygonus maritimus, Rumex bucephalophorus, Limonium dodartii, las compuestas Aetheorhiza bulbosa y
Reichardia gaditana, y alguna siempreviva Helicrhysum stoechas.
La Crucianella maritima contribuye a estabilizar las dunas más cercanas a la orilla, protegiendo las arenas de la erosión
- Viene ahora la zona dunar
estabilizada, usualmente con varios cordones elevados y con sus vallejos
interiores, a veces con vegetación higrófila en su seno (juncos, eupatorios,
salicornias, sauces y tarays).
Ya aparecen algunos arbustos aunque de escaso porte como el torvisco Daphne gnidium o Scrophularia frutescens y un especialista cada día más escaso, la camariña Corema album, que no he tenido la suerte de ver por donde he estado.
Masa de Euphorbia paralias en el límite entre las dunas blancas y las grises. Abajo otra lechetrezna menos corriente, Euphorbia portlandica
Uno de los escasos sedum de las dunas Sedum anglicum (dunense)
El cardo marino es una de las especies más abundantes de las dunas blancas, para desgracia de bañistas descalzos
Aparte de muchas de las anteriores
ahora aparecen o lo hacen en mayor abundancia Iberis procumbens, Lagurus
ovatus, Korinephorus canescens, Anchusa calcarea, Silene littorea, S. nicaensis, Matricaria maritima, Linaria
polygalifolia, Corrigiola telephifolia,
Seseli tortuosum, etc.
La bella Iberis procumbens es una de las joyitas más abundantes en las dunas del NW ibérico
- La parte final del campo dunar aùn
es distinguible del exterior; ya entran aquí más arbustos como algunas escobas,
torviscos, zarzas, brezos y tojos. Algunos caméfitos como la siempreviva, los
espárragos Asparagus aphyllus o el ajenjo marino Artemisia critchmifolia.
La amapola amarilla aparece en las zonas algo nitrificadas del borde externo de la playa
Abundan aquí especies que medran
aquí por tener menos competencia que
en el monte interior como Echium
rosulatum, el peregil Petroselinum sativum, Anthyllis vulneraria, Carlina
vulgare, etc. y algunas nitrófilas tales como Glaucium flavum, Lavatera
marina, Eupatorium cannabinum, etc.
También aquí aparece vegetación nitrófila
en el contacto entre el monte y los cultivos y las arenas, aparece la amapola
amarilla Glaucium flavum, los bellos alhelíes marinos Matthiola incana y M.
sinuata, la alta malvaloca Althaea maritima, el gordolobo Verbascum sinuatum,
ortigas y berzas.
Alhelíes marinos, ahora sin flor, al final de la pllaya
La gran malvaloca Lavatera marina en el contacto entre el exterior y la zona dunar
Normalmente el campo dunar contacta
con alguna zona de marismas con su cerrada vegetación herbácea y nitrófila o
con una pequeña zona lagunar, cercana pero fuera del influjo mareal, con su
vegetación dulceacuícola de carrizos y juncales.
Contacto entre el área dunar y la marisma
La compuesta Aster tripolium típica de las marismas del norte
Toda una lección, no de botánica,
sino de geografía, de geomorfología marina y de como la vida, la vegetación, se
adapta a las cambiantes condiciones de un medio cambiante, anfibio y arenoso,
eólico y salino, hiper-nitrificado o xerófilo extremo.
Como en casi todos los lugares templados y lluviosos, las plantas cosmopolitas están desplazando a ojos vista a las plantas nativas. En Portugal ya me llamó poderosamente la atención, pero Galicia no le va a la zaga. Aún así las dunas son un ecosistema para especialistas, pero poco a poco, y no solo la gran uña de gato, el Carpobrotus edulis, sino también otras plantas más discretas, van colonizando estas áreas.
La extraña alóctona Hydrocotile bonariensis expandiéndose en una de sus escasas localidades ibéricas
Aeonium arboreum colonizando una zona dunar cerca del jardín donde se plantó
Gracias. Acabo de repasarlo. He estado en la Costa de la Muerte y busco identificar las plantas.
ResponderEliminarPAQUITA
No hay de que. Para lo que necesites
EliminarInteresante ayuda para identificar la flora del paseo dunar..Gracias Jesús
ResponderEliminarPo eso mismo lo hice. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias. Este artículo es para llevarlo consigo a la playa y entender lo que uno va viendo.
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