Hace unos
cuantos años hice una fantástica ruta organizada por ARBA con amigos botánicos y arqueólogos.
Partíamos de la Casa de la Monta en Aranjuez hasta el castillo de Oreja, allí los expertos arqueólogos nos mostraron y explicaron todo lo relacionado con
el castillo de Oreja y los tiempos musulmanes de esta zona. El castillo imponente pero como de costumbre en España, en un estado
de conservación totalmente deplorable.
Al poco de ver la histórica Casa de la Monta en la finca de Sotomayor, a mediados de abril, me fijé en que las
laderas yesosas que daban a la llanura aluvial del Tajo, estaban llenas de unos
arbustos tan llenos de flores amarillas que no se veía nada más de ellos. Le comenté a Andrés Revilla que era la primera vez que veía esos escobones de retama
negra (Cytisus scoparius) en toda la
zona del sureste de Madrid; se sonrió y me dijo que no eran escobas sino
pítanos, Vella pseudocytisus y que se
trataba de la localidad clásica y más importante de todo el centro peninsular.
Desde entonces en que lo vi en plena floración, me ha parecido la planta más
llamativa de todas las que viven sobre los yesos y también podría ser la más
representativa de ellos, de no ser por su extrema escasez.
El pítano
es una planta muy especial y lo que la hace tan especial, no es precisamente su
estatus de planta en peligro de extinción, sino sus características y
peculiaridades. Pertenece a la familia de la Crucíferas o Brasicáceas, plantas casi siempre herbáceas con unas características
flores de cuatro pétalos en forma de cruz. Es la familia de los jaramagos,
coles, etccéter, esta planta
es la mayor especie española de las escasísimas plantas leñosas de esa
familia. Las crucíferas leñosas ibéricas pertenecen a tres géneros:
Vella, Euzomodendron y Boleum. Del género Vella hay tres especies, una exclusiva de las cercanías de Alicante
(Vella lucentina), otra el piorno de crucetillas (Vella spinosa) que hace honor
a su nombre específico y es propia de
las sierras subbéticas y finalmente Vella
pseudocitysus, el pítano.
Euzomodendrón bourgeanum y Boleum asperum, únicas especies de sus
géneros, no llegan al medio metro, la primera está especialmente
adaptada a la zona subdesértica de Almería (desierto de Tabernas) y el
asperillo, Boleum asperum a lo más árido de la baja cuenca del Ebro. Vella
pseudocitysus tiene dos subespecies peninsulares y una norteafricana. Está
la subespecie psedocitysus de la
zona margo-yesífera del límite toledano-madrileño, con una población mínima al
norte de Almería, y la subespecie paui
de menor tamaño y menos híspida, del Bajo Aragón, también bajo mínimos.
El estado
actual de esta especie es lamentable, su
potencialidad se extendería a todas las áreas margo-yesíferas españolas de
interior de carácter semi-árido, es decir, casi todo: la baja cuenca del Tajo,
la del Ebro y las “hoyas” de Andalucía oriental. El declive del pítano se ha
debido a la mecanización agraria de los campos, a las repoblaciones
forestales con pino carrasco, a la expansión de las
urbanizaciones (legales e ilegales) y a las grandes infraestructuras de
transporte. De tal manera que el área
actual manchego de la especie (el sur de Madrid también es la Mancha) se
limita a unos 20km2 y con escasa regeneración.
A pesar de que para germinar necesite primaveras relativamente húmedas y de un gradual paso térmico al verano, lo que ocurre muy pocas veces en nuestro país, es una planta relativamente fácil de repoblar. A las escasas repoblaciones institucionales, se le unen algunas introducciones (¿ilegales?) de personas y grupos concienciados del valor y belleza de esta planta que crece en unas condiciones excepcionalmente duras como son las existentes sobre los yesos.
A pesar de que para germinar necesite primaveras relativamente húmedas y de un gradual paso térmico al verano, lo que ocurre muy pocas veces en nuestro país, es una planta relativamente fácil de repoblar. A las escasas repoblaciones institucionales, se le unen algunas introducciones (¿ilegales?) de personas y grupos concienciados del valor y belleza de esta planta que crece en unas condiciones excepcionalmente duras como son las existentes sobre los yesos.
En estos
parajes y paisajes desolados es donde medra el pítano que con su
tamaño de hasta metro y medio, destaca sobre el clásico jabunal de
los yesos. Solamente
viendo sus hojas coriáceo-crasuláceas, semejantes a pequeñas palas de chumbera
cubiertas con pelos dispersos, se hace uno a la idea de la enorme
especialización botánica a un medio ecológico tan adverso. La propagación de las
semillas se hace por dispersión balística al estallar la parte inferior del
fruto.
Como ocurre
cuando existen tan pocas poblaciones para estudiar la ecología de una planta, las
características y formas de una localidad se le aplican a la especie como si
fuese su óptimo ecológico y se puede leer en la bibliografía que habita la
parte baja de laderas de umbría y que rehuye la convivencia con otras plantas
especialistas de los yesos. Tras observar varias poblaciones, he podido ver
que va bien, incluso tiene mayores índices de propagación, en solanas
compartiendo o solapándose con clásicas especies gipsícolas con especial
afinidad por la jabuna, Gypsophylla
struthium.
La
situación del pítano es muy delicada, si en Castilla la Mancha está catalogada
como en “Peligro Crítico de Extinción” en la Comunidad de Madrid, famosa por su
riqueza y por el desprecio e ignorancia de sus grandes valores naturales, se la
considera una especie “de interés especial” de la que ya solo queda la mencionada localidad. Como ocurre con la práctica totalidad de las muy
especializadas plantas gipsícolas, el pítano tiene un insecto exclusivo que
vive en él, Clepsis laetitiae.
Entre ellos encontré la que pensé que podría ser (por los pelos largos), la rarísima Clypeola eryocarpa pero es C. jonthlaspi
Pero no
contentos con que haya desaparecido del 99% de su antiguo areal, ahora ha
surgido un estupendo proyecto que como viene siendo habitual, pretende hacer
privada una finca pública, y no otra, sino la Dehesa de Sotomayor, la localidad
clásica de esta especie, la única población madrileña y quizás la mayor y más
densa de toda la península. El macro-proyecto
que se cierne sobre la Dehesa de Sotomayor, es un sobre-dimensionado Centro Hípico con un gran centro turístico de cabañas de alto
nivel y multitud de servicios accesorios, como embarcaderos, piscinas, campo de
golf, centro social y aparcamientos..., la versión ecuestre de Eurovegas.
Ladera con abundante regeneración, cosa poco común con los pítanos silvestres.
Las
organizaciones ecologistas madrileñas ya se han puesto a la labor para que se
reconozca el gran valor de esta finca que es de todos y plantean la escasa utilidad
social de un proyecto elitista y especulativo que irremisiblemente, máxime
conociendo a las autoridades madrileñas, acabaría con una gran parte de la
finca y con la última población madrileña y un alto porcentaje de la población
mundial de este extraordinario endemismo.
Es una pena que el fruto de miles de años de evolución para conseguir el arbusto más bello y adaptado de nuestros aljezares, se vaya al traste por no saber cuidar y defender nuestro patrimonio natural.
Es una pena que el fruto de miles de años de evolución para conseguir el arbusto más bello y adaptado de nuestros aljezares, se vaya al traste por no saber cuidar y defender nuestro patrimonio natural.
- Añadido a 2023. Donde se ha repoblado con él, no solo lo hace bien, sino que se está reproduciendo con más éxito que las demás especies en el terreno sin competencia tras roturar las tierras para esa plantación.
Existe una buena población de pítanos en Yeles (TO), recientemente ha cambiado de dueño la finca y el nuevo ha entrado como un elefante en una cristalería, haciendo y deshaciendo con maquinaria pesada, cerrando caminos públicos, etc., llevándose por delante numerosas plantas. Espero que las autoridades ambientales manchegas estén a la altura del gran legado ecológico que atesoran y puedan salvaguardarlo para las generaciones futuras.