El desborde del acuífero 23 que es quien debería
alimentar el nacimiento del río Guadiana en los Ojos, va
asomándose lenta y esporádicamente a la superficie, aunque las lluvias
se hayan tomado un respiro este mes de diciembre. El
sustrato calcáreo de la llanura manchega filtra muy lentamente el agua de
las lluvias hasta que va llegando poco a poco hasta esas bodegas subterráneas, al contrario que sus bordes sur y occidental que
apenas filtran el agua y la vierten rápidamente a los arroyos, ríos y pantanos.
Pero este acuífero no es simple, pues la existencia de mantos acuíferos locales, como el aluvial del Guadiana, la conexión con
el vecino Acuífero 24 del Campo de Montiel y también
la conexión con el Guadiana que desaparece tras el canal del Prior aguas abajo
de Peñarroya en su salida de Ruidera, no están por entero bien conocidas.
Llanura inicial de los Ojos del Guadiana con una triste vegetación nitrófila y troceados bloques blancos de turba (fueron negros)
Hablo de
los Ojos "entreabiertos", porque no está nada claro, como nada en estos tiempos,
ni su presente ni su futuro. El presente es esperanzador, pues el nivel de las
aguas subterráneas sube, despacio, pero sube, incluso están apareciendo algunos
ojos, como los surgidos hasta ahora, probablemente temporales, en el tramo entre
los Ojos y Las Tablas, y a poco que la meteorología no falle, hay posibilidades
de volver a asistir al espectacular nacimiento del Guadiana, algo de lo que me
despedí hace años.
Superficie recién arada en la llanura de inundación inicial de los Ojos del Guadiana
El futuro
no pinta nada bien, primero con la amenaza del cambio climático, cuyos aciagos
pronósticos se están cumpliendo claramente en cuanto a temperaturas, aunque a
nivel de precipitaciones, todavía no. Por si esto fuera poco, se acaba de aprobar el
Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadiana, en
la que se ha impuesto el criterio agrario, con legalizaciones de pozos,
ampliación de regadíos y ningún plan claro para la recuperación hídrica, aunque
por otros lados se prevé una compra de fincas para ampliar las Tablas de
Daimiel. Espacio que lamentablemente sigue sin tener un Plan de Regulación de
Usos y Gestión (P.R.U.G.) que es la herramienta de
manejo de todo parque.
El domingo
17 de diciembre asistí a un magnífico acto músico-poético-reivindicativo, en el
molino de Molemocho, a las puertas del Parque, para llamar la atención sobre la
nefasta ausencia de este P.R.U.G. y llamar la atención sobre los problemas del
Parque. El principal, su auténtica razón de ser, el del flujo natural de las
aguas superficiales.
La coral Molto Vivace cantando delante del molino de Molemocho
Esta actividad fue convocada por el colectivo “Salvemos la Tablas Ya” y
contó con la colaboración de afamados poetas venidos de muchos lugares de
nuestra geografía, y una buena actuación musical a cargo de la coral Molto
Vivace y el grupo Sunny María; fue emotivo oír esas melodías, de
letras bellas y comprometidas, solapándose con el trompeteo de las grullas sonando de fondo. Posteriormente (esto ya me lo
perdí yo), se inició un recorrido con paradas para escuchar los versos de los poetas sonando en medio del
paisaje, de las nubes y el viento que esa mañana pugnaban con las voces por ser
protagonistas.
El grupo Sunny María
Desde las
lluvias de hace dos años, todo el mundo ha estado muy pendiente de los niveles
que alcanzaban las aguas subterráneas de la Mancha occidental, es decir, el famoso Acuífero
23, por las ganas que todos
tenemos de ver los Ojos del Guadiana vivos. Tantas son esas ganas que a
cualquier atisbo de nuevos manantiales, la
prensa salta como un resorte con el titular “Los Ojos del Guadiana vuelven a
manar tras 30 años”.
Pero no, ese río juguetón y escondidizo que trajo de cabeza a geógrafos e hidrólogos, aún no ha renacido del todo. Han aparecido ojos en varios sitios, la mayoría efímeros, de los que alguno ha vuelto a
ser tapado con remolques de piedras o pasadas de reja, aunque otros están rozando ya la permanencia. Alguno
ha tenido que ver con vertidos-avenidas de la depuradora de Daimiel, otros con
el desagüe de embolsamientos de aguas muy localizados
y otros con reboses de acuíferos locales. Aunque el
nivel general del acuífero principal no ha alcanzado la cota de “rebose”, se presupone un
hundimiento generalizado que en algunas zonas puede llegar a a a los dos metros, lo que ha permitido
al agua acceder a la superficie.
Vaguada seca desde los Ojos del Sordico hacia la motilla de Zuacorta
El conjunto
inicial de Ojos del Guadiana, los reales, los que daban origen a este
río que, como estudiábamos en su día, “nace en las lagunas de Ruidera para
desaparecer en el subsuelo manchego y volver a renacer en los Ojos del Guadiana
en las cercanías de Daimiel”, se encuentra dando origen, en su extremo oriental,
a una amplia y ramificada vaguada fluvial en las cercanías de la N-420, con la
CR-P-2012. Estos ojos están secos como el ojo de un tuerto; pasear por allí es completamente desolador, cuando no
están arados, sus suelos son un amasijo de canales de drenaje y azudes
decrépitos, con áreas descarnadas por la extracción de turbas, sin una
vegetación parecida a la natural, no hay un solo junco y apenas aparecen algunos
carrizos incipientes. Parece increíble la numerosa presencia de fragmentos de
almejas de río (Margaritiferas)
en esos suelos desnudos.
Conejo atrapado por un derrumbe dentro de su conejera en estos terrenos tan inestables
En medio de
estas maltrechas inmensidades aparece algún gran montículo en
medio de la nada. Son los asentamientos de los primitivos moradores que sí supieron sacar partido a estas llanuras de
inundación y sus manantiales. Son las “motillas” del bronce manchego, una
singularidad arquitectónica y funcional ibérica única en Europa. Esos antiguos
Oretanos que tuvieron que vérselas con los cartagineses primero y con los
romanos después, vivían en un entorno que les daba todo lo que necesitaban y
además les defendía. Me pierdo intentando imaginar el paisaje, la fauna y la
vegetación que verían desde lo alto de los muros circulares
y concéntricos de sus motillas.
La motilla de Zuacorta en medio de un paisaje desolado de malvecinos, en lo que en su plenitud debió ser un paraíso
De toda la Mancha es aquí donde las motillas, una excentricidad constructiva cargada de sentido y funcionalidad, son más abundantes, la mayoría están sin investigar y muchas mutiladas. La de Zuacorta, tiene un
corte casi diametral, a través del que se puede ver las distintas litologías de
su mampostería, restos cerámicos y carbones; la de la Máquina tiene todo su
perímetro recortado por la pala de un tractor que impunemente destrozó la base
de la construcción en busca de algún tesoro. Afortunadamente la motilla de
Azuer, próxima a su museización, ha corrido mejor suerte y no para de
sorprender a los investigadores.
La motilla de la Máquina brutalmente escavada por su base
Un azud de origen romano ya muy desmoronado y agrietado, remansaba agua de unos ojos iniciales hoy secos
Otra tarde me acerco al molino de
Griñón, entre la zona anterior, la de los secos Ojos iniciales y las Tablas,
remontando lo que parece un Guadiana en buen estado, con bastante agua en tablas
con penínsulas e isletas. Según voy avanzando no paro de levantar bandos de
patos, garzas, etc. Las orillas son de carrizal ajustado entre el agua y los
cultivos, y en las orillas sin pendiente se acumulan miles de plantones de
taray. Más adelante las orillas se vuelven sumamente sinuosas, tanto que son
una concatenación de mordiscos circulares solapados sobre los campos de cultivo,
se trata de amplios hundimientos perfectamente circulares.
Hacia la finca de la Peñuela se meten varios
entrantes que denotan hundimientos someros pero de gran extensión superficial,
como canales desde los pies de la casa de la finca hacia el centro del cauce,
aquí fue donde al inicio de la pasada primavera surgieron ojos que
vertían hacia el antiguo cauce del Guadiana.
Sigo un
canal que sale del Guadiana y acaba en medio del sembrado en una depresión con
forma de embudo, se trata de lo que debió ser un ojo. Claramente le han tirado
un par de tractores de piedras encima, lo da por hecho que sí que lo es. Veo
que salen bastantes líneas de burbujas de su fondo, duran un rato y luego
prosiguen en otro sitio, o se juntan varias columnas de burbujas en un baile
achampañado que me hace comprender que se encuentra en pleno funcionamiento
soltando agua. No es una gran corriente, pero tiene buen caudal. Es uno de los nuevos Ojos del Guadiana.
El agua burbujeante indica la surgencia de aguas del subsuelo
Más
adelante el agua va desapareciendo en encharcamientos venidos a menos desde
hace poco. Veo el molino y puente de la Máquina, bajo el que no corre el agua,
pero el lecho artificial del río aguas arriba, tiene
una línea de agua más o menos continua. Voy para allá, pero de camino intento
cruzar por una zona algo embarrada que luego continua en lámina de agua hacia
el río, casi no me lo puedo creer me voy hundiendo sin tocar fondo, es de lo
más parecidas a arenas movedizas que he visto.
Un ojo del Guadiana en pleno funcionamiento a pesar de las piedras vertidas en su embudo
Sigo por un camino río
arriba por el margen derecho, llego a una curva del río donde hace dos años un
brazo de río se hundía en unos ojos reconvertidos a sumideros, ahora lo veo muy
cambiado, tienen agua, les falta bastante para rebosar, pero tienen agua,
supongo que al mismo nivel que la del escaso cauce.
Estoy
delante de la llanura de inundación que en 2010 había sido anegada temporalmente por la gran
avenida del Azuer que dejó una línea roja, (por la cantidad de arcilla en suspensión), del nivel que alcanzó y que llenó con todo tipo de basuras, tras haber limpiado su estrecho cauce, sobre todo, cientos de recipientes de plástico.
Esa llanura llena de socavones circulares, aparece ahora muy trabajada por
tractores para alisarla en lo posible, sin llegar a conseguirlo y salvando algún que otro buen boquete.
A base de pasadas de tractor van desapareciendo los socavones y las irregularidades de la zona inundable
En los
chopos al pie de unas casillas derruídas, veo otros ojos-sumideros llenos de agua con verdín,
este nivel también podría corresponder, como en los otros ojos de antes, al nivel actual del cauce del río que aquí se encuentra bastante retirado.
Los Ojos
del Guadiana están entreabiertos, tenemos una ocasión de oro para verlos manar
como lo hacían hasta principios de los ochenta, y si de verdad queremos ser sostenibles, ese debería ser el nivel de referencia. El consumo de agua en la Mancha se debería hacer
coincidir con ese nivel, su bajada debería hacer saltar las alarmas de la
sequía o del sobre-consumo. Nos jugamos la calidad de los productos agrícolas
manchegos, ahora casi identificados con el monocultivo vinícola de regadas viñas en
espaldera.
En noviembre ha surgido agua de estos Ojos, aunque no llegan a la "madre" del Guadiana. (comparar con la foto siguiente)
Los
peligros de bajar de estos niveles, de olvidarnos de “un problema sin
importancia” son enormes. La concentración de sustancias químicas nocivas en el
fondo del acuífero va en proporción al aumento del consumo de agua. También se
pone, por esto mismo, en peligro el agua para consumo humano que toda lógica
indica que debe ser fruto de aguas subterráneas y no de trasvases ajenos. También,
aunque me pueda pasar de alarmista, no hay que perder de vista lo ocurrido en
Lorca, donde el brutal descenso de sus acuíferos la hizo ser el área de
Europa que más se está hundiendo, lo que motivó el pasado terremoto.
El mismo lugar en 2010 actuó como sumidero tras la riada del Azuer que tiñó de rojo todo lo que inundó
La Mancha no es una región tan activa tectónicamente, pero el subsuelo no hace sino responder al juego de fuerzas que sobre él se ejercen, y vistas las grandes subsidencias, hundimientos y socavones en estas llanuras de inundación, esa posibilidad no es tan remota.
Este es el momento de recuperar los ojos del Guadiana, si dejamos pasar esta oportunidad es absurdo pensar en mantener o ampliar las Tablas de Daimiel. Este ecosistema está íntimamente ligado a la salud de unas aguas superficiales genuinas, para aguas trasvasadas, podemos poner un bebedero para patos donde mejor nos parezca, sin que nadie se aproveche de las aguas que se filtran y que tanto echarán de menos en los ríos en mal estado de la cuenca donante.
P.D./ el libro de Óscar Jerez es "La Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda y la Cuenca Alta del Guadiana"
ACTUALIZACIÓN: Con el invierno tan lluvioso del 2012-13, los ojuelos de los fotos han manado como para crear arroyos que van reuniendo un Guadiana casi en forma. El nivel del acuífero va remontando, los nacederos (Ojos) con corriente se suceden a partir de Zuacorta, y por encima, es decir, cerca de los Ojos iniciales están empezando a aparecer "ojuelos". Está manando agua en la extinta gran laguna de la Albuera. En Daimiel existe un refrán que reza: "Agua en la Albuera, al poco en los Ojos". Todo apunta a que existe la posibilidad de volver a ver a los Ojos del Guadiana dando vida con sus lágrimas a buena parte de estas tierras.
Este es el momento de recuperar los ojos del Guadiana, si dejamos pasar esta oportunidad es absurdo pensar en mantener o ampliar las Tablas de Daimiel. Este ecosistema está íntimamente ligado a la salud de unas aguas superficiales genuinas, para aguas trasvasadas, podemos poner un bebedero para patos donde mejor nos parezca, sin que nadie se aproveche de las aguas que se filtran y que tanto echarán de menos en los ríos en mal estado de la cuenca donante.
P.D./ el libro de Óscar Jerez es "La Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda y la Cuenca Alta del Guadiana"
ACTUALIZACIÓN: Con el invierno tan lluvioso del 2012-13, los ojuelos de los fotos han manado como para crear arroyos que van reuniendo un Guadiana casi en forma. El nivel del acuífero va remontando, los nacederos (Ojos) con corriente se suceden a partir de Zuacorta, y por encima, es decir, cerca de los Ojos iniciales están empezando a aparecer "ojuelos". Está manando agua en la extinta gran laguna de la Albuera. En Daimiel existe un refrán que reza: "Agua en la Albuera, al poco en los Ojos". Todo apunta a que existe la posibilidad de volver a ver a los Ojos del Guadiana dando vida con sus lágrimas a buena parte de estas tierras.
Hola Enrique, me ha encantado tu blog, que rezuma calidad, tanto gráfica como divulgativa y técnica. No me tengo por neófito en las materias que aquí tratas, pero estoy aprendiendo un montón mientra me lo leo de arriba a abajo. Enhorabuena, gracias y un saludo desde Aldea del Rey, en el Campo de Calatrava.
ResponderEliminarPor si fuera interesante o útil para ti o para los lectores de tu web, tengo publicado el siguiente blog:
ResponderEliminarhttp/plantararboles.blogspot.com
Se trata de una guía breve y práctica para que los amantes del campo y la montaña podamos sembrar/plantar árboles, casi sobre la marcha, aprovechando las semillas que nos dan los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
Salud,
José Luis Sáez Sáez