La laguna de Alcolea (aunque pertenece a Corral de Calatrava) o de Las Maestras, debe llamarse propiamente laguna de Peñarroya por estar a los pies de este volcán. Es una gran depresión
rodeada de serratas cuarcíticas a poco más de un kilómetro al norte del Guadiana y a cuatro al sur de Alcolea de Calatrava. Esa
depresión o maar como otras muchas en
el Campo de Calatrava, fue formada a consecuencia de una explosión
freato-magmática, es decir, aguas subterráneas que fueron calentadas por la acción del magma hasta alcanzar la presión
suficiente para romper violentamente todos los materiales bajo los que se
encontraban.
Laguna de Alcolea en todo su esplendor en marzo de 2011
Alcolea de Calatrava posee el privilegio de contar con un ramillete
de las mejores lagunas calatravas y gran cantidad de volcanes, la mayoría
simples “cabezos” que pasan desapercibidos para el profano, entre los que
destaca poderosamente el volcán Peñarroya que hace honor a su nombre por su roca rojiza y la abundancia de líquenes anaranjados. Pero este
privilegio no se ve correspondido ni valorado, pues el estado de sus fantásticas
lagunas está lejos de presentar un aspecto, cuando menos, decente.
Laguna del Bú con su drenaje lleno de basura y la cañada que la circunda sobreelevada con escombros
A un escaso km. de Alcolea está la bella laguna del Bu,
rodeado por una carretera y la cañada que se ha sobreelevado a base de escombros, rodeando y
mermando la laguna, también tiene un gran
canal de desagüe y una explotación ganadera en su borde oeste; coge agua
solamente tras los grandes episodios de lluvias y no dura demasiado.
Algo más lejos y rodeada lateralmente por la carretera a
Badajoz hacia Piedrabuena se encuentra la laguna del Lucianiego, perpetuo pastizal vacuno que por eso posee
un aspecto más silvestre al no estar arada; suele coger agua, al menos una lámina
fina, casi todos los años.
Laguna de La Camacha con su gran canal de drenaje y la cañada con rodadas
Al pie del volcán del mismo nombre, La
Camacha, también rodeada al sur por una carretera y la Cañada Real, lleva los últimos
años arada, el drenaje, hace años hacia la cañada, drena hacia una mina abandonada, para
ello se ha profundizado su gran canal que impide que el
agua llegue al vaso lagunar desviándola; antes se llenaba casi siempre pero
ahora solo en años buenos y una lámina de agua no muy duradera. Parece ser (sin confirmar totalmente)
que alguien de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, quienes deberían
velar por su buena salud, la compró y la cultiva.
El volcán Peñarroya, cubierto de líquenes anaranjados, y la laguna de Valverde al fondo
Entre Alcolea y la pedanía de Valverde está la
laguna del mismo nombre, dividida entre varias propiedades agrícolas, no tiene drenajes; suele coger agua los pocos años buenos de lluvias y tiene
bastante avifauna al estar en un lugar muy tranquilo.
Más al sureste se encuentra la más conocida de las lagunas calatravas, La Posadilla o Fuentillejo (debería decirse Fuentillezgo), al suroeste de Valverde de Calatrava.
El agua llena todo el vaso lagunar, incluso más allá del canal de desagüe a la izquierda de la foto
De gran importancia paleontológica, pero sin capacidad para acumular agua desde hace mucho tiempo está el maar de las Higueruelas, con una excelente representación en el Museo de Ciudad Real, de maquetas y fauna plio-cuaternaria hallada en ella.
Finalmente, aparte de algunos buenos charcones temporales,
se encuentra la mayor y más serrana de ellas, la de Alcolea o de Las Maestras, se
encuentra en un vallejo a buena altura, separada del Guadiana por la serreta de las Medias Lunas y de Alcolea por el cordal del Peñarroya, del cual hace tiempo pensé
que una de sus coladas obturó el drenaje de este valle formando la laguna, pero me corrigió Rafa diciéndome que no, que tiene todos los elementos característicos de un
maar, (cráter, anillo de tobas y restos de las oleadas piroclásticas basales).
La famosa lugana de Fuentillezgo o de La Posadilla, al fondo Valverde
Como todas estas lagunas, los cultivos que puedan generar están
sometidos, aparte de a sus correspondientes años de barbecho, a otros de
barbecho obligado por la pluviometría; también los precios agrarios hacen que
su rentabilidad sea exigua y que sea un buen lugar de aprovechamiento ganadero
al tener más humedad, mejores pastos y más duraderos.
La laguna de Alcolea posee una lamentable singularidad en su drenaje que clama al cielo, el larguísimo canal de drenaje que circunda esta laguna (4,5km.), desagua al Guadiana rompiendo la montaña
por medio de una zanja de casi 500m. de largo cortando ladera, roca y derrubio, hasta unos 10m. de altura. Nadie en su sano juicio pagaría la millonada que supondría llevar la
maquinaria pesada y ponerla a romper la montaña, para cultivar temporalmente unas hectáreas de secano. Pero a saber que dineros o
amistades tienen o tuvieron los dueños de la finca Valtravieso.
Laguna vacía y drenaje lleno gracias a los recientes movimientos de tierras
Unos años atrás se ha creado en la zona un pequeño movimiento de
apoyo a la recuperación de las lagunas de Alcolea y al estar la laguna al borde
de la Cañada Real Segoviana y ser, además, Ruta del Quijote hay muchos
visitantes que no se sustraen a añadir su granito de arena al cierre del canal
de drenaje. Este año el agua ha durado hasta bien entrado el verano alimentando
a una buena colonia de fumareles, cigueñuelas, avocetas y demás aves acuáticas.
Una tarde me acerqué allí con Anzaga (bloguero de Un Paseo
Manchego), estábamos haciendo fotos y se nos acercó, a echar un rato, el
vigilante de la finca, nos contó que este año duraba más el agua porque unos
ecologistas habían venido de noche con una máquina y habían obturado la salida del
canal de drenaje hacia la zanja grande. Yo no me lo creí, me pareció exagerado,
pero días más tarde me lo confirmaron.
Se puede apreciar (comparar con la otra foto), la reciente restauración del puente de Las Merinas
En estos días, 9 de noviembre, leo en los periódicos que los dueños de la finca han re-excavado el drenaje de la laguna con la correspondiente denuncia ecologista para llamar la atención sobre esta tremenda acción sobre un Monumento Natural.
Al día siguiente me acerqué por allí, fui desde
el Guadiana, que todavía no ha dejado de correr en dos años, toda una cifra
récord para la agonía de este río y un punto de esperanza para que así se
mantenga. Me llama la atención la gran cantidad de galápagos que a estas alturas del año todavía están activos, si creyese en las señales, diría que este otoño
va a ser benigno en temperaturas.
Galápago en una roca del centro del Guadiana, ¿presagio de un otoño sin fríos?
Echo un vistazo al puente de las Merinas que estuvo a punto
de ser arrastrado por las aguas de la última riada, quedando más dañado de lo
que ya estaba, pero al par de meses se procedió a una rápida restauración que apoyo,
pero que le ha dejado demasiado "museizado", con la plantación de alóctonos olmos pumila, sus
carteles explicativos, sus banquitos, vamos, que de tener patrimonio antropológico vamos a
tener "patriñoño". Pero al menos, el puente esta vivo, más completo y algo más
estrecho, como en los tiempos en que sirvió de contadero de ovejas para imponer
el pontazgo a los pastores de la mesta.
La Cañada Real Segoviana, desaparece tras el puente hacia la laguna, hay que echarle mucha imaginación para intuir la cañada, a pesar de la señalización, al trasponer una cancela. Es un camino casi de jabalíes en medio del monte, sin que se sepa bien, lo que es finca y lo que es cañada.
Restos de los últimos viejos olmos del Guadiana el invierno pasado tras la última riada
El camino va por una vaguada en
medio de un buen bosque mediterráneo de carácter termófilo, al encontrarnos en
una baja solana hacia el Guadiana, predominan los olivos silvestres, los acebuches, sobre las encinas, en todas sus formas y tonos. La arbusteda está
formada por lentiscos o charnecas (Pistacea
lentiscus), coscojas (Quercus
coccifera), cornicabras (Pistacea terebintus)
y algunos espinos negros (Rhmanus
lycioides). En un estrato inferior están casi todas las jaras, de entre las que
destaca por su abundancia el jaguarzo negro (Cistus monspeliensis) sobre las otras: la jara pringosa, (C. ladanifer), la jara blanca o estepa (C. albidus), el carpazo (C. salvifolia) y el jaguarzo morisco (C.
crispus) además de aliagas (Genista hirsuta) y romeros (Rosmarinus officinalis). Cerca de aquí conozco una población de la muy térmica y
llamativa coronilla de fraile (Globularia
alypum). Aún así, aquí falta la típica compañera del acebuche, la
esparraguera de roca con sus espárragos de invierno (Asparagus albus) que sí lo hace en las solanas de cercanas serretas más
altas, con mayor protección frente a los fríos del noreste.
Una otoñal cornicabra entre acebuches, lentiscos, coscojas y encinas
Cometo la temeridad de dejar el camino y meterme por el final del canal de drenaje, al principio algo se puede andar, entre vegetación higrófila
seca y luego entre derrumbes que represan pozas alargadas. lo que demuestra que sí que ha
funcionado como canal de desagüe en este otoño. Veo en los bordes de esos
charcos bastante poleo blanco, (Mentha cervina) que identifica a la comunidad vegetal de aguas temporales
poco mineralizadas. El paso obligaba ya al chapuzón y por no volver, me jugué el
tipo escalando sobre material deleznable, ladera arriba, hasta salir de la gran
zanja de drenaje.
Alcolea llena a pesar de su profundo canal de drenaje
Llegué a la laguna y, en efecto, allí había habido movimiento de
maquinaria pesada en el punto en que el drenaje circum-lagunar empalma con la
zanja, no una gran obra, pero suficiente para, como pude comprobar, desaguar la
laguna que por ello se mostraba aún sin una gota de agua. Es una pena ver un lugar tan magnífico sin agua y dudo que los propietarios de la finca estén empecinados en impedirlo, probablemente su acción haya sido para dejar claro que ellos piensan que tienen la última palabra respecto a lo que le ocurra a la laguna; alguna vez he visto, probablemente a los propietarios, paseando a caballo por los bordes de la laguna, disfrutando de ella como lo puede hacer cualquier ecologista. Veremos en que queda la denuncia y si la administración o la justicia creen de verdad que estamos o no, en un auténtico Monumento Natural dentro de un Lugar de Importancia Comunitaria. Podría ser un cambio de rumbo en la historia de esta laguna y un precedente para otras.
Reciente movimiento de tierras para facilitar el drenaje lagunar
Esta laguna-cráter es Monumento Natural de Castilla la Mancha, como
la mayoría de las del Campo de Calatrava, sufren un uso y manejo, en muchos casos absurdo y
arbitrario por parte de los propietarios, algo que debería evitarse
haciéndolas revertir a Dominio Público o a Patrimonio del Estado, un bien de
todos los ciudadanos y una fuente de riqueza, tanto para ornitólogos como para
cazadores, para ganaderos o para quienes quieran disfrutar de lo que Machado
decía del agua, "el alma del paisaje". Algo tan simple y barato como comprar la laguna (varias hectáreas de secano) y pasar una
niveladora o bulldozer para rellenar el surco de drenaje, supondría una
mínima parte, por ejemplo, de lo gastado comprando derechos de agua de fincas del
entorno de las Tablas de Daimiel.
Desde esta página quiero reconocer y agradecer el ingente trabajo del equipo
conformado en torno a la Dr. Elena González Cárdenas, del campus de Ciudad Real
de la UCLM que desde hace años está estudiando y poniendo en valor las lagunas y
formaciones volcánicas ciudarrealeñas, con una buena labor divulgativa y con la instalación de carteles didácticos in situ. También están logrando, poco a poco, su protección jurídica y el que deban ser tenidas en cuenta por los gestores del territorio.
La línea oscura muestra el nivel alcanzado en el canal de drenaje, abajo a derecha e izquierda, poleo blanco
Estas lagunas poseen un valor botánico y zoológico
tan grande como desconocido que, probablemente en pocos meses, con la
tesis del geógrafo Rafael Gosálvez Rey, saque a la luz pública y científica, todos sus
valores en un exhaustivo estudio de todas y cada una de estas lagunas
volcánicas, su geomorfología y su completa dinámica ecológica. Por mi parte resaltar el hallazgo en Alcolea de una muy rara planta acuática en Castilla la Mancha, Damasonium polyspermum, de característico fruto estrellado.
Esta laguna junto con la cercana de La Posadilla o Fuentillejo, enclavadas en la muy volcánica sierra de Las Medias Lunas están muy cerca del Guadiana, con el que conforman un conjunto que debería estar protegido bajo el paraguas de Parque Nacional del Guadiana del que escribiré en otra ocasión.
P.D./ Me acabo de enterar de que en la sierra de Calatrava han realizado obras de drenaje para que no se inunde la Hoya de la Encina al pie del volcan del mismo nombre, otro hábitat prioritario que por lo visto, no importa a las administraciones. También ha sido motivo de denuncia por parte de Ecologistas en Acción.
La hermosa Hoya de la Encina, desde su volcán, en 2008 cultivada tras años sin inundarse, la
sombra de la nube ocupa parcialmente el área inundable que las recientes obras ilegales pretenden evitar
En esta otra zona las lagunas están más metidas en sierra, ya hablé en otra entrada de la del Acebuche, pero están Lomillos, Carboneras, Cervera, en fín, si puedo recopilar el material de otras salidas haré una entrada sobre ellas.
Mientras tanto también se pueden ver las entradas que sobre muchas de estas lagunas se muestran en "unpaseomanchego".
Última hora: ya están cogiendo espárragos de invierno tras las lluvias, ¡¡a 15 de noviembre!!
Muy buena entrada Enrique. Una lástima lo que se hace con estas lagunas. Como has visto vengo haciendo últimamente entradas de algunas de ellas y tengo aún pendiente esta. - Por cierto, siempre pensé que a esta laguna se la llamaba de las Maestras... ¿me equivoco?....
ResponderEliminarSaludos.
Hola:
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante. ¡Enhorabuna! Seguiremos disfrutando de estas tierras e intentando transmitir la curiosidad y el interés por ellas.
Saludos Paco Zamora Soria
Gracias Paco, un placer saber de tí desde hace tanto tiempo
ResponderEliminarHola, fascinante la explicación que realizas en este aporte. Educativo y, por supuesto, genial toque crítico sobre lo que pasa en nuestro Campo de Calatrava.
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