Recorrido volcánico por el ciudarrealeño Campo de Calatrava. La intención inicial, tantas veces trastocada en mis salidas, era la de echar un ojo a la vegetación de la laguna del Acebuche, una de las mayores lagunas de origen freatomagmático (laguna alojada en un cráter explosivo, originado por la interacción magma-aguas freáticas) de esta región. Esta laguna es de las que casi nunca se encuentran funcionales, pues necesitan años de mucha agua para llenar su vaso, además ya veremos que ese agua tiene que salvar dificultades añadidas en su recorrido.
De camino un mal presagio, al internarme en la sierra de Calatrava, pasando cerca de la casa de una finca veo una urraca muerta sobre el suelo y un par de kms. más adelante veo otra bastante tocada que no quise coger, Esto huele que apesta a cebos envenenados. Ójala y me equivoque pues me cuentan algunos amigos que parece que en Toledo y Ciudad Real empieza a recuperarse la emblemática águila imperial.
Merendera, empieza el otoño y la berrea
Paso por un camino público hecho una pena entre su poco uso y los últimos dos años de lluvias, llego a uno en mejor estado al pie del volcán de Valdelahiguera, subo la cuesta y, recuerdo que desde arriba acortaba por un olivar hacia la laguna, pero sigo adelante pues recordaba haber cruzado un camino que seguramente saldría más adelante. En efecto más adelante sale un camino pero con su cartelito añadido de “particular”, me da mucha rabia, pero tanto viaje obliga a llegar a la laguna.
Roturada y cultivada, la imagen usual, abajo al nw de las casas. presilla
Impresionante, la laguna está casi llena, un montón de hectáreas cubiertas, es muy raro que esta laguna se llene, pero que pase del año más aún, llego a un punto en que doy a un vallejo intrincado que alimenta la laguna pero no el principal arroyo. En la ladera de solana abundan los acebuches (Olea sylvestris) que dan nombre a la laguna. Esto es espectacular, privado, pero espectacular.
Acebuches en la solana (fondo izquierda y, en menor cantidad, al frente y derecha)
Empiezo a oír tiros, cercanos pero no demasiado, sigo bajando y oigo más tiros, esta vez mucho más cerca, estoy por retirarme pero me acerco a ver una curiosa formación rocosa que destaca en la laderilla de enfrente. Más tiros cercanos, veo la formación y no es material volcánico como pensaba, son cuarcitas como las de casi todas las montañas de por aquí, pero estas son especiales, muy oscuras y al contrario que el patrón general de las cuarcitas que son siempre muy angulosas, aquí son de bordes casi redondeados. Recuerdo que he visto en la vecindad de volcanes cuarcitas transformadas por la cercanía de los materiales magmáticos en algo muy parecido a lo que veo aquí.
El Acebuche enclavada en medio de una buena mancha de monte mediterráneo
Decido largarme, no me he metido muy legalmente que digamos en esta finca, vuelvo la cabeza a los tiros, algo lejanos, y veo venir una paloma hacia mí, pero retomo mi camino y pienso que si la tiraran podría caerme encima, oigo una muy cercana detonación, prefiero no mirar para atrás, no ver caer ninguna paloma, ni a nadie llamándome la atención. Media vuelta, rabiando y sin mirar atrás.
Cebolla albarrana (Urginea maritima) una flor del secarral de agosto
La media veda ha estado a punto de suprimirse esta temporada por una recomendación de la CE a petición de los grupos ecologistas, es una pena que nadie se atreva con algunas posturas "cerriles" del mundo de la caza, y esto de la media veda no tiene ni pies ni cabeza. Es un sector económico valioso e importante en las zonas deprimidas, tiene la capacidad de poder ser "sostenible" y corrector de los desequilibrios producidos por la ausencia de depredadores naturales, pero en muchas comunidades es un sector intocable y prepotente.
La media veda es una escusa para los que tienen demasiado "mono" de gatillo, puedan desahogarse antes de que comience la temporada a principios o mediados de octubre. La excusa era la caza (solo) de la tórtola y la codorniz antes de que volviesen a sus cuarteles de invierno africanos, pero ambas especies están en franca recesión. Os aseguro que en estos montes no había ni tórtola ni una codorniz, todos esos tiros estaban, como lo están en casi todos los sitios en la media veda, dirigidos a todo lo que se mueva, en este caso, palomas y conejos.
Orilla este de la laguna, la valla separa pastos de vacas y de ovejas
El Acebuche. Imagen del pasado invierno en pleno temporal de lluvias
Retomo el camino para llegar a la Cañada Real , paso una portadera abierta que al trasponerla muestra un cartel de “camino particular”. Esto me suena… albergo serias dudas de que sea realmente particular. En fin, la cañada seguro que sigue siendo pública, echo otro vistazo a la laguna y veo lo que hace años vi como un antiguo atentado ecológico en toda regla, el arroyo principal de la laguna con una presilla que embalsa una buena cantidad de agua, algo que va bastante más allá de lo que es una “charca ganadera”.
Cartel explicativo, protección nominal (Monumento Natural) y atentado real en forma de represa
Me asomo a un pequeño volcán que hay entre la laguna y la cañada, es curioso como en casi todas estas lagunas calatravas se repite el mismo esquema, cráter freatomagmático (maar) y volcán. Mucho más al suroeste, (la Alberquilla al sur de Puertollano) o mucho más al oeste (Michos al norte de Abenójar) no aparece el correspondiente volcán, aunque si lo hace a pocos kilómetros.
Pequeño volcán y crater explosivo con la laguna en su fondo
Sigo la cañada que pierde su condición de camino entre fincas para tomar el tramo hacia el Jabalón como canal de desagüe de esos vallejos a la altura de la hermosa montaña y santuario de la Virgen de Los Santos. En todo este tramo el arroyo se ha sobrepuesto al camino quedando éste casi impracticable. Paso al lado de un precioso volcancito sin transformar como varios que he visto antes de llegar a Ballesteros que están recomidos de canteras en sus flancos. Este volcán muestra una vegetación claramente diferente de otros cerros similares que hay enfrente, los cerros cuarcíticos tiene encinas y mucho enebro, con matorral de aliagas, retama y algunas jaras, por contra el volcán está lleno de olivos silvestres o acebuches, almendros, alguna encina, retamas, jazmines y, ni jaras ni aliagas.
Enebral, encinas, retamas y aliagas sobre un cerro de cuarcitas
Acebuches y almendros sobre un cerro de lavas
Llego al Jabalón y me acerco a beber un buen trago de “agua agria” a uno de los varios manantiales ferruginosos que existen por aquí. El agua sabe algo ácida, más que burbujas tiene “aguja” que diría un enólogo, y al lado tiene el antiguo brocal de un baño con su escalera y su agua burbujeante de anhídrido carbónico. Esto es lo que por aquí llaman un “hervidero”, muestras de la actividad magmática que aún perdura. Casi siempre en la vecindad de un buen hervidero se acondicionaban unos baños medicinales, algunos famosos. Hace bastantes años, la gente pudiente, se daba el lujo de coger vacaciones y dedicarlas a la salud del cuerpo, al menos en esta zona de la meseta sur abundaban los Baños (Fuensanta, Las Tiñosas, El Emperador, etc.).
Antigua caseta que guardaba la fuente agria de El Chorrillo
Curiosamente por aquí también aparecen corazas ferruginosas, además también en conjunción con la antigua formación arenosa que describí en otra entrada, pero aquí está bien claro que hay manantiales en activo cargados de metales , la conexión aguas-corazas es casi directa, aunque la coraza aparece a niveles superiores al del actual manantial, incluso existe una antigua cantera-mina para extraer el manganeso.
Toda esta región del Campo de Calatrava está llena de lugares interesantes por su relación con la actividad volcánica, si bien en la mayoría de los casos los volcanes son poco espectáculares, la gama de manifestaciones relacionadas con el volcanismo (maares, grietas, hervideros, etc.) se muestra en todo su esplendor ante el generalizado desconocimiento y falta de aprecio de unos valores que son únicos en toda la peninsula y muy diferentes a los de las otras dos regiones volcánicas de Olot y Cabo de Gata.
Toda esta región del Campo de Calatrava está llena de lugares interesantes por su relación con la actividad volcánica, si bien en la mayoría de los casos los volcanes son poco espectáculares, la gama de manifestaciones relacionadas con el volcanismo (maares, grietas, hervideros, etc.) se muestra en todo su esplendor ante el generalizado desconocimiento y falta de aprecio de unos valores que son únicos en toda la peninsula y muy diferentes a los de las otras dos regiones volcánicas de Olot y Cabo de Gata.
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