martes, 23 de abril de 2013

Un abril florido y hermoso - De narcisos y orquídeas




           Tras la tempestad llegó la calma, una calma calurosa y desecante, aunque todo el mundo ansiaba que llegase el buen tiempo, a los pocos días ya oí a unas mujeres diciendo que tenían que "dormir encima de la colcha, y lo de dormir, un decir", una muestra callejera del fuerte contraste con el calor que hemos tenido.
  


            El campo ha estallado, un poco como un cohete, esplendoroso pero breve. Veo que me estoy volviendo un poco campesino y que el tiempo, con motivo o sin él, nunca acaba de ser de mi agrado. Tras la resaca de marzo, que le duró una semana a abril, vinieron unos días tranquilos y sin agua, y luego una semana de temperaturas disparadas que han estado un par de días rozando los 30ºC, parece que ya van bajando pero el tiempo sigue muy seco. 



            En mis últimas salidas al campo ya he visto las primeras calvas resecas en las solanas y amarillear algunos pastizales. Por no despabilar se me han ido unas espectaculares floraciones de cunetas y descampados que estaban de escándalo, me da reparo pararme en los arcenes de las grandes carreteras y por dejarlo para otro día, se me han escapado y a saber que año vuelven a coincidir unas lluvias  como las de esta primavera.
  


            A pesar del ansia por querer verlo todo, he podido llegar a disfrutar de algunos campos y momentos estupendos, ya sea descubriendo plantas especiales o contemplando la explosión floral de cunetas y cultivos. La inauguración estelar de la primavera, suele venir, para mí, de la mano de narcisos y orquídeas. En lo más álgido de las riadas hice virguerías, tales como pedalear casi cien metros en una carretera inundada por el Guadiana con el agua por encima del pedalier, por llegar a ver una buena localización de narcisos trompeteros (Narcissus hispanicus), que para mi desgracia ya se habían pasado hacía una semana.
  
Una foto de Narcissus fernandesii echada a perder por las gotas en el objetivo

            Volví a la busca de otros narcisos, primero unos, poco comunes, de unas laderas rezumantes (Narcissus fernandesii o N. assoanus), nunca los había visto tan abundantes, pero unas gotas de lluvia en la tapa del objetivo de la cámara echaron por tierra lo que pensaba era un buen reportaje. 



            Otro día busqué los que crecen en los bordes de algunos ríos y arroyos (Narcissus jonquilla), afortunadamente di con un par de arroyos que los tenían en una abundancia desacostumbrada, aunque por contra, en otros ríos que los he visto en cantidad otros años, se ha notado la crudeza de las riadas y apenas se veían algunos ejemplares floridos entre la broza arrastrada por las aguas tempestuosas.
  
En la valla queda el nivel alcanzado por la riada hace pocos días en una buena localidad de junquillos

            En cuanto a las orquídeas la temporada está siendo espléndida, aunque desigual, se nota las especies que se han quedado un poco tocadas por la meteorología reciente y aquellas a las que le ha venido bien.
  
La abejera Ophrys tenthredinifera

            Las abejeras (género Ophrys), han florecido de manera copiosa y temprana; como las Ophrys tenthredinifera, aunque el espejo de Venus, Ophrys speculum, lo ha hecho como otros años pero menos visible por la competencia con otras plantas muy crecidas. La abejera oscura, Ophrys sphegodes, aparece en igual cantidad que otros años pero con ejemplares de un porte muy considerable.
  
El espejo de Venus (Ophrys speculum). Con un saludo blog de Javier Atrio

            Las orquídeas del género Orchis, han florecido muy bien, ha sido muy abundante la O. papilionacea; abundante, aunque no tanto, la Orchis conica (antes llamada O. lactea u O. tridentata), el año pasado apenas levantaban del suelo y este año están, a pesar de ser una orquídea bajita, bastante altas, con una gama de pétalos que van del blanco rosado a los tonos violáceos oscuros.

Orchis conica

            Orchis morio (también llamada O. champagneuxii) también a florecido en abundancia y la muy escasa por estos pagos, Orchis italica,  ha estado normal pero con un buen tamaño de plantas.


Una abundante masa de Orchis morio, (al fondo asoma un capullo de tulipán)

           Esta orquídea solamente tiene una buena localidad en todo Ciudad Real y, que yo sepa, otra localidad con solo un par de ejemplares a mucha distancia de la anterior.
  


            Orchis italica tiene una plasticidad increíble, es lo que yo llamaría una flor "personada" pues realmente parece enteramente un hombre, con sus brazos, su cabeza con casco, ojos y sonrisa-mofletes, y unas piernas entre las que cuelga un fino miembro. De hecho hay lugares en la que se la llama flor de los muchachillos  o de los muñecos. Esta orquídea no está sola en su forma humana, otras orquídeas como Orchis simia, O. militaris y   Aceras anthropophorum, también son antropo-formes, aunque no aparecen por esta región, excepto la última especie, aunque muy escasa.
  


            Ha habido otras especies que no les ha ido tan bien, a la abejera amarilla Ophrys lutea, tanta competencia con hierbas altas le ha sentado mal, aparecen pocos ejemplares o no los encuentro entre la maleza. Pero no le ha ido tan mal como a la orquídea hedionda o barbada, el Himantoglossum hircinum; parece haber acusado mal las últimas bajas temperaturas o la virulencia de las precipitaciones, sus grandes hojas aparecen con heridas y malformaciones, en el peor de los casos he encontrado plantas mordidas por los jabalíes, con los trozos desperdigados cerca como de no haberles gustado.
  
Masa de orquídeas mariposa Orchis papilionacea

            La primavera está en plena marcha, llevamos una temporada sin lluvias y parece que el frío está a punto de volver, aunque sin agua. Abril no por ser el del famoso refrán es el mes de las lluvias, hay un escueto refrán campesino que reza, “abril vil” que le viene de tener encima la responsabilidad del resultado de todo un año agrícola y, normalmente, se depositan demasiadas esperanzas en ese mes. Parece ser, además que el abril de lluvias mil, es un refrán más mediterráneo que de la vertiente atlántica.
  


            Los días son largos, las noches son muy buenas de dormir, ya llegará el verano, estamos en lo mejor de la primavera.
              Salud y campo


domingo, 14 de abril de 2013

Las Riadas del 2013



Al borde del famoso puente de Alarcos el Guadiana y su llanura de inundación ofrecen este espectáculo

            El agua corre a raudales, corre como hace mucho tiempo. No hay un invierno y comienzo de primavera tan lluvioso desde hace más de cincuenta años.

Todas las vaguadas han recogido aguas desde sus cotas más altas, esto es casi un collado

            Hace un par de años tuvo el privilegio de asistir al último gran episodio de lluvias, duró cinco meses en que cayeron poco más de 500 litros, (la media anual en la meseta sur está en torno a los 400). Estaba convencido de que tenía muchas probabilidades de que no lo volviese a ver, aquellas imágenes de los ríos, arroyos y lagunas en todo su esplendor y poderío, las vivía con la intensidad de lo que no se ha de volver a vivir.

Durante marzo esto ha sido la más parecido a un cielo despejado

            Aquel fue un invierno de órdago, comenzó con un golpe tremendo de lluvias del que no hizo falta esperar para ver cargarse los ríos, ese mismo día el agua se llevaba media E.D.A.R. por debajo de la presa de la Vega del Jabalón. A partir de ahí fue un invierno de salir a ver como iban los ríos, si un día casi tapaba los puentes a los diez días los saltaba.

Desembalse en la Vega del Jabalón, las aguas rojas atestiguan la violencia de las lluvias

            De esos dos años 2010 y 2011, las primaveras fueron espléndidas, pero a partir de mayo de 2011 se cerró el grifo, los 14 meses siguientes, solamente cayeron 249 litros, lo que unido a unas temperaturas muy por encima de lo normal, (quizás haya que considerarlo normal a partir de ahora), llevaron a que los pantanos que se encontraban en una situación espléndida, pasaran a niveles, si no de peligro, al menos de bastante precaución.

Llanura de inundación haciendo honor a su nombre

            Esa fuerte bajada de niveles de unos pantanos llenos, debe llamarnos mucho la atención, pues hace bastantes años que no tenemos una sequía. Hemos tenido algún año seco, como el terrible 2005 con solo 168 litros, pero no hemos tenido ninguna verdadera sequía desde mediados de los 90’, es más desde el año 2001 han sido muchos más los años por encima de la lluvia media y más frecuentes los episodios de meses que se salen de madre con sus lluvias.

El antiguo puente de Corral superado ampliamente por el Guadiana a pesar de su gran longitud

            Este año empezó muy bien, aunque el año hidrológico comienza en octubre, ya septiembre, como conté en otra entrada, casi "se lleva las puentes" con 87 litros, noviembre fue excepcional y marzo ha sido efeméride (record climático) con 152 litros.
            Marzo ha sido un mes fuera de lo normal, no ha sido el frío y ventoso sino el lluvioso que va a sacar a abril, florido y hermoso. Han llovido 22 días, con un potente, y también peligroso, grupo de doce días desde el 25 hasta el 5 de abril que ha hecho que casi todos los grandes ríos peninsulares se desbordasen o estuvieran a punto de hacerlo.

El Guadina grandioso al pie de la fortaleza de Alarcos

            Aunque haya deslucido la Semana Santa o haya frustrado muchas salidas al campo, todo el agua caída queda ahí para su posterior disfrute, la primavera que se avecina ya da unas bocanadas desbordantes, los acuíferos se están recuperando de unos alarmantes niveles que no hemos sabido, ni querido, mantener en niveles saludables. Cada día aparecen o crecen los nuevos "ojos del Guadiana". (A parte de...)

Deslizamiento en una ladera montando sobre los sembrados y transportando los juncales sin romperlos

            Las llanuras de inundación están mostrando sus escrituras a   propietarios y gestores. Las vegas del Guadiana, Jabalón, Azuer, Cigüela, Riansares, Córcoles, Záncara y otros muchos ríos “zombies” manchegos, están inundando viñas, cereal e incluso, desgraciadamente, viviendas. 

Un clásico ya en varios desbordamientos del Guadiana al poco de recibir al Jabalón

      El Dominio Público Hidráulico, en perpétuo estado de “demarcación en curso”, ha quedado marcado con toda claridad, solo con clavar unas estaquillas en los límites alcanzados por las aguas, o más fácil aún, una cartografía aérea de esos días, ahorraría millones a quien sea el encargado de realizar ese trabajo.

Un Guadiana llenos de meandros, atajos y lagunazos tras recibir al Jabalón

            El agua ha removido hasta los cimientos de la tierra, en las cercanías de los Ojos del Guadiana y antiguas lagunas, la tierra se está abriendo, para espanto de agricultores y disfrute de geólogos, dejando unos boquetes que muestran el agua a unos cuatro metros dentro de la boca del socavón. En otros sitios el terreno está cediendo, bien en cuestas de terrenos arcillosos que sin una decente cobertura vegetal, fluyen ladera abajo al cargarse de agua, o bien en taludes de carreteras, como lo profético del deslizamiento en el acceso de la autovía al agónico Aeropuerto de Ciudad Real que ha impedido su acceso por este punto.

El acceso al aeropuerto de Ciudad Real desde la autovía, impedido por un deslizamiento del talud

            Pero estamos en un juego de intereses que no deja sitio a supuestos terrenos baldíos, sin importancia económica, asunto que habría que estudiar en su compleja realidad. Frente a estos terrenos, cada cierto tiempo arruinados por el agua o por la sequía, hay que ver los otros que aún permanecen relativamente salvajes, como el Guadiana por tramos hasta Puebla de Don Rodrigo, o algunas de sus llanuras de inundación, aunque ahora se han asalvajado casi todas las vegas, mostrando una exhuberancia que nadie hubiese imaginado. Un Parque Nacional del Guadiana, daría a todos estos nuevos meandros y lagunazos carta de naturaleza permanente.


Un enorme nuevo brazo del Guadiana recorre zigzaguente una vega regada por pivots

           Cuando llegan las riadas parece como si las aves también cayeran del cielo, no sé de donde pueden haber salido tantas gaviotas, garcillas, garcetas, patos, cigueñas, etc. Esto lo he visto siempre tras unos buenos golpes de lluvias


            Las aguas cumplen con sus ciclos, los ríos han estado a punto de superar unos límites catastróficos, y si no estuviesen regulados, el desastre hubiera sido irremediable, pero tengo que volver a advertir el peligro de la sequía. No hemos tenido ninguna sequía “normal” desde los años noventa.


Hasta los narcisos de bordes de arroyos (Narcissus jonquilla) se han visto afectados por las aguas altas

       Desde esos años del pelotazo urbanístico, de las infraestructuras absurdas y del consumo de agua galopante (principalmente por el cambio de edificación en unifamiliares), etcétera, puede haber aumentado su consumo al menos un 50%, si a esto le unimos entre un 10 y un 20% más por el incuestionable aumento de las temperaturas medias, tenemos un cóctel que no sé si vamos a ser capaces de afrontar cuando se presente.


jueves, 4 de abril de 2013

El Geranio de los Volcanes


            Es un pretexto para mostraros unas monotemáticas fotos de varios años, pero el protagonista de esta entrada es una humilde planta de la familia de los geranios, se trata del Erodium primulaceum. Pertenece a un género muy parecido a los geranios anuales, para distinguirlos: Geranium, hojas palmatinervias y  10 estambres, frente a Erodium, de hojas pinnatinervias y 5 estambres con 5 falsos estambres, para despistar.

  


            Le llamo geranio de los volcanes porque las fotos que estáis viendo no dejan lugar a ninguna duda sobre su amor por este poco común sustrato. Es una planta del centro y sur de la península y del noroeste de Marruecos que se da en casi todas las litologías, siendo no muy común en los suelos silíceos, común en los suelos calizos y muy abundante en los volcánicos, al menos que yo sepa, en los volcanes del Campo de Calatrava.
  


            Se da en zonas alteradas, como lo es toda esta región volcánica en donde es casi imposible encontrar un bosque climácico sobre sustrato volcánico, es más, al tratarse de unos terrenos muy fértiles suelen estar mucho más cultivados y pastoreados que tierras de otras litologías que en mosaico de cuarcitas, calizas terciarias y roca volcánica, conforman esta comarca.




            La fenología de esta floración es muy concreta y no suele llegar al mes de duración entre finales de febrero y primeros de abril, fluctuando bastante en función de las temperaturas, ocupando el espacio entre las últimas heladas del invierno y los primeros calores de la primavera, solapándose con la del almendro.
  
Hace años, escaneado de una diapositiva, una floración en su momento coincidiendo con la del almendro


            El régimen de precipitaciones no influye demasiado en la floración, casi hasta diría que le permite florecer sin la competencia de otras plantas, como queda reflejado en fotos del seco invierno del año pasado en que apenas se ve algo verde u otra planta que no sea este geranio.

En 2012 a pesar de la terrible sequía invernal el geranio de los volcanes floreció de esta manera

            Todos los años intento acercarme a esta zona a mediados de marzo para intentar cazar el mejor momento de su explosiva floración pero se me resiste, varias veces he llegado demasiado pronto o demasiado tarde. La zona donde hago las fotografías es donde mayores manchas de flores he visto aunque en otros volcanes calatravos también aparecen, es por esta área entre el Guadiana y el Jabalón donde más se desarrollan estos campos rosados.

Un Guadiana desbordado a la altura del puente de Alarcos detrás del borde exterior florido de una ladera volcánica 

            Las laderas entre uno de los mayores volcanes de Calatrava, el Cabeza Segura y el Cabeza Parda, volcán que preside el lamentable aeropuerto de Ciudad Real, por zonas, se muestran espectacularmente teñidas de rosa en estas fechas. Si coincidimos con la mejor época y con una buena luz, el disfrute, se sea fotógrafo o no, está garantizado.


             La vegetación de estos montes está casi totalmente modificada, a una intensa labor deforestadora en el pasado, se le une un régimen ganadero de pastoreo intensivo; si antes era masivo el pastoreo con ovejas, hoy hay que sumarle el más dañino pastoreo vacuno. Apenas quedan unas escasas encinas en lugares escarpados, un par de lentiscos en los cortados y, eso sí, el que parece ser el árbol mejor adaptado a esta crudeza, el almendro. Otro tanto habría que decir de un cercano volcán cuyas rocosas y escarpadas laderas poseen un gran higueral, de viejas higueras agarradas a las peñas.

Grandes bloques de lava al pie del Cabeza Segura

            Pero no es solo la ganadería y la agricultura quienes ponen cerco al desarrollo de una vegetación más acorde con los suelos y el clima. Aquí se encuentra la finca de la Torrecilla, famosa por su abundante caza menor que he llegado a ver en un documental sobre “descastes autorizados” en Jara y Sedal. La superabundancia de conejos es manifiesta, hasta tal punto que el año pasado, con la escasez de comida, se atrevían con todo, especies teóricamente venenosas, esparragueras e incluso, a morder el tronco de los almendros.

Uno de los abundante conejos disimula entre las flores

            Como decía en otra entrada, otra planta también volcánica y que aparece aquí con cierta abundancia es el lirio de invierno, el Iris planifolia. Estas dos especies quizás sean lo más llamativo de una hipotética “vegetación volcánica” del centro peninsular que según botánicos de Biológicas de la Complutense, no existe como tal.


            Puede que estos botánicos “alóctonos” tengan razón, en el sentido de hablar de series de vegetación pero no me cabe la menor duda que sí que existe, al menos una Alianza, Orden o Asociación vegetal que particulariza y da entidad a una vegetación de este tipo. Algunos endemismos y plantas poco comunes, así como las diferentes abundancias y dominancias, o el diferente predominio de biotipos, así lo atestiguaría.


            Este año la vegetación se ha estirado temporalmente hasta mediados de abril, los cielos casi permanentemente cubiertos de casi todo febrero, marzo y abril, junto con unas temperaturas muy contenidas, así lo han propiciado. Por contra, el exceso de lluvia, que ha llevado a un máximo histórico de precipitaciones en marzo (efeméride), ha provocado que la ausencia de días de sol y la salpicadura de las gotas de lluvia hayan deslucido mucho la floración, así como también la pujanza y lozanía de muchas de las plantas con las que convive y compite este geranio.


            El Erodium primulaceum no es el único por aquí, también pero menos abundante y nunca de floración explosiva, aparecen en bordes de cultivos Erodium malacoides; E. botrys, E. cicutarium y Geranium ciconium (el de mayores alfileres); también en las áreas de acumulación de basuras o abono, el Geranium molle; en otros lugares más umbrosos o húmedos aparecen el Geranium lucidum, G. rotundifolium y G. disectum. En otro volcán más arbolado (La Camacha) como cita poco corriente para el centro peninsular encontré el bello Geranium malviflorum y en suelos ácidos el Geranium sylvaticum, G. robertianum y otros menos espectaculares.


            A los geranios normalmente se les llama alfileres, alfilerillos y otros sucedáneos en alusión a sus frutos en forma de agujas. También se los llama relojes porque era corriente el juego de atravesar una prenda con un alfilerillo y esperar a ver como iba girando sobre sí mismo como si fuera la aguja de un reloj con cuerda.