Dada la cercanía a Madrid y
ciudades de su extrarradio, la naturaleza de estos campos está sometida a todo
tipo de agresiones, entre las más comunes y dañinas están el vertido de basuras
y escombros, y la práctica del motocross, en todas sus variantes: enduro,
trial, quads, etcétera, que en teoría solamente se pueden practicar en los lugares
expresamente autorizados y acondicionados para ello; pero cualquier chaval (y
no tanto), se puede coger la moto y meterse por donde quiera, dado que la
vigilancia es muy escasa y tiene una jornada laboral limitada.
Antes había rodadas pero ahora con el campeonato, son calles
Aunque aquí
la población, en general, no aprecie la riqueza natural del entorno donde
habita, los valores naturales de esta zona madrileña son enormes. Aquí se da
una mezcla de ecosistemas poco común en la península, una mezcla de litologías
que impone una variada vida vegetal, como son las peculiares plantas de suelos de
yesos, de las sales y de las dolomías, junto con calizas y fértiles suelos
aluviales. El relieve es muy variado, desde la vega a las lomas pasando
por altos cantiles. Habiendo tant variedad de nichos ecológicos, así es de variada la
vida que los habita.
Recuerdo
hace años ver a jóvenes naturalistas e investigadores marchar para la Sierra en busca de
descubrimientos, para luego a los pocos años cambiar de mentalidad y
asombrarse con los descubrimientos biológicos realizados en las áreas más bajas
e incluso cercanas a Madrid. En esto tiene mucho que ver la idea anglosajona generalizada
de la belleza natural: bosques, lago y montañas con nieve; lejos, que no
ausente, de la realidad ecológica de nuestro solar patrio.
Aspecto de las laderas con aulagar-retamar antes del campeonato
Un domingo hace
poco pasaba entre la M-50
y la Radial-3
hacia el Jarama, cuando vi una gran nube de polvo que me
llamó la atención, poco más adelante pude ver desde el coche un montón de motos
y gente. Toda esa nube de polvo provenía del enorme destrozo que las motos
estaban ocasionando en este magnífico rincón madrileño. Se trataba de una
prueba del Trofeo Comunidad de Madrid de Tramos Cronometrados Enduro organizado
por el club MotoCra de Vicálvaro y, por supuesto, autorizada por la Junta de Distrito de
Vicálvaro, que parece "apostar por el deporte" a costa de su último rincón natural.
Todas las laderas asurcadas, al fondo la M-50 y la R-3
El año pasado un día antes del
campeonato, casualmente, pudimos comprobar el balizamiento y señalización del
trazado del circuito. Enterados del campeonato en un lugar tan valioso y a base
de llamadas y denuncias, se consiguió parar la prueba en el último momento. Este
año hemos llegado demasiado tarde. La colaboración de las autoridades se realizó
muy a regañadientes y el posterior cabreo de los organizadores mayúsculo,
incluyendo todo tipo de amenazas e insultos, tras localizarnos alguna dirección
de correo. Pero parece que ha servido de bien poco, a tenor de los hechos.
Troncos y raíces destrozados entre las rodadas
Este es un rincón muy bien
conservado por encontrarse rodeado de infraestructuras que lo incomunican,
lejos de núcleos urbanos y en tierra de nadie, es sólo parcialmente Parque del
Sureste, es medio de Rivas, medio de Vicalvaro y es de difícil acceso. Pero eso
mismo es lo que ha llevado a su indefensión a pesar de ser L.I.C. (Vegas,
cuestas y páramos del sureste de Madrid) y Z.E.P.A. (Cortados y cantiles de los
ríos Manzanares y Jarama).
Hoy me he acercado a ver los
destrozos, este rincón lo tengo muy paseado y a pesar de estar cerca de la M-50 y de la R-3 , no deja de tener una
naturaleza rica y en muy buen estado. Estas cuestas y vaguadas ya estaban
tocadas, como casi todas, por los senderos de las motos, pero ahora el destrozo
ha sido enorme, la cantidad de tierra removida y las plantas deshechas son apreciables desde lejos. El enrevesado recorrido, con curvas reviradas y rampas
para saltos, ha destrozado más allá de la primera capa de suelo. Las área de
"costra" de yesos, una peculiar formación liquénica, han acusado
claramente hasta el pisoteo de espectadores y jueces.
Aspecto de la costra de líquenes y alguno de sus escasos moradores: jarilla de los yesos
Hay que decir que se ha recogido
casi toda la basura generada y que los organizadores han plantado seis almendros.
Pero para demostrar su respeto por el medio ambiente, lo mejor es que nunca se
hubiese celebrado aquí este lamentable evento. Pero lo peor, por muy triste que
pueda parecer ahora este lugar, va a ser el momento en que lleguen las lluvias
y sean canalizadas por los surcos de las rodadas, entonces la erosión y pérdida de suelo
va a ser aún mayor que la actual.
Buenas intenciones pero poca coherencia
Estoy seguro de que la práctica
de este “deporte” es muy disfrutona, y que el garabateado recorrido, también lo
es. Pero hay “deportes” que no hacen sino ensordecer, molestar y excluir otros tipos de
disfrute o peor aún, destrozar el lugar donde se realizan. Solamente por esto
deberían prohibirse tajantemente, salvo en circuitos expresamente habilitados
para su práctica. Ya el colmo es que se practiquen en lugares de alto valor
ecológico o en lugares protegidos.
¿Qué pasará aquí cuando lleguen las lluvias? Hace poco era una ladera uniformemente vegetada
Las razones para respetar este lugar son sobradas:
1) Es un lugar en magnífico
estado de conservación con gran variedad de comunidades vegetales que, aunque
sin apenas presencia arbórea, posee una riqueza difícil de encontrar en otros
lugares del entorno. En la vecindad de áreas urbanas y degradadas.
2) La presencia de especies muy
poco comunes en todo Madrid, como el azafrán silvestre Colchicum triphyllum, Klasea o Serratula
flavescens, Geropogon hybridus, Asperula aristata, la salina Plantago maritima en una abundancia única en Madrid, albardín Lygeum spartum y comunidades únicas en
la zona como el pastizal de Brachypodium
retusum, etc.
El pequeño albardinal (Lygeum spartum) más cercano a Madrid capital, se salvó por los pelos
3) La enorme fragilidad de este
medio. Los suelos sobre yesos son enormemente frágiles, y una vez perdida la
capa superficial del suelo, tienen una larga y difícil recuperación. Una
importante parte de estos suelos está formada por la llamada "costra
yesífera" hecha de líquenes que acolchan y protegen el mínimo suelo
subyacente, pero esta capa es aún más débil que los suelos anteriores. El resto (calizas, dolomías y sílex), a pesar de gozar de una buena capa de suelo rico en materia orgánica, por su orientación, si se asurcara, quedaría expuesto a su desecación y posterior arrastre en época de lluvias.
4) El gran potencial arqueológico
de este enclave, con canteras y minas de sílex trabajado in situ, al igual que
en el muy cercano yacimiento de Casa Montero.
El llantén de salina (Plantago maritima) en su mejor población madrileña
5) Por alguna razón difícil de
explicar, estos terrenos quedaron en contacto, pero fuera del Parque Regional del
Sureste, y para acceder a ellos hay que atravesarlo, (zona de protección B1), lo
que está explícitamente prohibida en el P.R.U.G. del parque.
Hay otras muchas razones, entre
ellas todas las "legales" que provocaron que el año pasado fuera
"ilegal" este campeonato, aunque parece que este año, como nadie lo
ha denunciado a tiempo, ha sido "legal".
El muy escaso Geropogon hybridus en una de sus últimas poblaciones madrileñas
Esta zona ya está bastante
vapuleada a nivel particular por moteros y desaprensivos, y a nivel administrativo por la
instalación de grandes infraestructuras que han fraccionado todos estos cerros,
con la M-50 , la R-3 , gasoductos,
canalizaciones, el AVE y un largo etcétera. Por otro lado el Ayuntamiento de
Rivas, que debería velar porque no se hubiese producido este acto, arrasó todas las zonas cimeras hacia el oeste, en un delirio urbanizador absolutamente
desproporcionado para las necesidades de Rivas y más aún para los tiempos que
corren.
La solución más lógica y económica,
pasaría por la protección efectiva de todas las erosionables cuestas que hay
entre los llanos de Vicálvaro-Coslada, hoy prácticamente urbanizados y llenos
de grandes infraestructuras, y el Parque del Sureste que ocupa las vegas, sus
bosques de ribera, los cantiles y la primera franja tras éstos. Son pocas hectáreas
y en muy buen estado de conservación, y pueden ser un futuro “pulmón” y un área de
esparcimiento de los actuales y futuros desarrollos, y siempre es mejor y más
barato, tener un buen Parque Natural que una zona ajardinada artificial.
El Cristo de Rivas, los cantiles y vegas del Jarama a menos de1km de las motos
Además estos lugares están llenos
de joyitas botánicas, entomológicas y geológicas; hay interesantes yacimientos
antropológicos y el derruido castillo del Duque de Rivas que sobrevuela la
famosa ermita del Cristo de Rivas, que aún conserva una de las mejores olmedas
madrileñas y unas praderas-juncales únicas por su riqueza y composición florística. Todo ello en un magnífico mirador sobre las
vegas del Jarama, con los páramos alcarreños cerrando el paisaje por el
oriente.
Por todo esto hay que pedir una
protección clara y efectiva de estos lugares tan expuestos, una señalización de
la prohibición de esta actividad supuestamente deportiva y, por supuesto, la
depuración de responsabilidades, empezando por las instituciones que han
participado en que este desastre.
https://sites.google.com/a/arbabajojarama.com/herbario/el-motociclismo-arrasa-con-el-parque-del-sureste