viernes, 29 de julio de 2011

La laguna del Aceite I - la laguna de la verguenza"

  
            Dentro del Parque Regional del Sureste en la Comunidad Autónomo de Madrid (el rincón de Espe), existe un agujero negro que engulle todo tipo de seres vivos (aves acuáticas, buhos reales, garcillas,..incluso hombres).Ya le han dado varios nombres: la laguna del Aceite, la laguna Chernóbil, la laguna del chapapote, la laguna de la muerte, etc.




            Desde el año 1989 la empresa Ulibarri ha estado vertiendo aceites en esta laguna, que como casi todas las del Parque de Sureste fue generada por la extracción de áridos, en el paraje Boca Alta del término municipal de Arganda del Rey.. Han sido años y años de vertidos ante la pasividad absoluta de la administración, que tras varios rebotes legales, de permutas, etc, adquirió la laguna por 50000 euros, aunque su limpieza probablemente les cueste cuatrocientas veces más.




            En 2009 la Administración Regional se dio un plazo de dos años para recuperar la laguna. Se han utilizado varias estrategias, todas ellas fallidas. La composición química de la laguna es algo misterioso y dantesco, baste decir que al principio tenía una profundidad media de diez metros y que con el paso del tiempo ha superado el doble de esa cifra y con un pH que oscila entre 1 y 3, una auténtica bomba química.




            Lo peor del asunto es que se encuentra dentro del mayor núcleo de humedales del Parque del Sureste, a 1'5 km de las lagunas del Porcal, auténtica joya ornitológica del centro peninsular, pese al desconocimiento generalizado por parte de la población madrileña de estas lagunas que albergan miles de aves acuáticas. Esta vecindad hace que sean muchos los ejemplares que en vuelo vean lo que parece una lámina de agua y acaben muriendo en algo mucho más letal que el famoso chapapote del Prestige



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            Hace pocos días hicimos una quedada antes las puertas del gobierno regional para escenificar con aceite usado y anátidas de peluche y ante la prensa, lo que sucede a diario en esta laguna de la muerte. Verdadera vergüenza de la naturaleza madrileña y eso que el listón lo están poniendo muy alto con tanto atentado a la naturaleza madrileña por parte de particulares y administraciones. Véase (campos de golf, saladares amenazadísimos, incineradoras, proyectos de centrales térmicas, ordenación de la acebeda de Robregordo, autovía M-501, urbanismo legal e ilegal desbocado, agentes medioambientales coartados en sus funciones de vigilancia), y desgraciadamente un largo etcétera de desastres en este "rincón de Espe".
                                                             



PD. Gracias a Paco (Eritaco) y Darío por haberos cogido prestadas un par de fotos a cada uno

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