Poca gente sabe que en el interior peninsular
tenemos una región volcánica, quizás porque no alcanza al concepto
“estromboliano” que la gente asocia a los volcanes. Supongo que a los que vieron
“Al Este de Java”, los volcanes calatraveños no se lo parecerán, comparados
con esa cinematográfica imagen, sino
unos cerros como los demás. Quizás, en apariencia no se equivoquen, pero
geológica y botánicamente, son otro cantar.
Los
volcanes del Campo de Calatrava no destacan demasiado en el paisaje y tampoco
lo hacen frente a los vecinos e intercalados montes cuarcíticos de esta región
española que tiene la característica física de mezclar, casi a partes iguales, la llanura caliza
manchega, las serretas cuarcíticas y las formas volcánicas.
Pero el hombre desde la antigüedad si que ha valorado la fertilidad sus suelos volcánicos, dándose la clara estadística de que en esta región volcánica aparezcan el doble de pueblos que en la vecina Mancha, al oriente, sobre suelos calizos, y el cuádruple que en la comarca de Los Montes, a occidente, sobre sustratos ácidos paleozoicos.
Esta arcaica ocupación agro-ganadera intensiva de los suelos volcánicos ha llevado a que estos paisajes, hace tiempo que hayan perdido su naturalidad, encontrándose casi siempre, totalmente transformados por el hombre que también ha hecho un intensivo aprovechamiento minero de ellos. Por eso, hoy en día, solo es posible encontrar buenas áreas volcánicas relativamente bien conservadas, en áreas marginales y enclaves entre montuosas áreas silíceas.
Pero el hombre desde la antigüedad si que ha valorado la fertilidad sus suelos volcánicos, dándose la clara estadística de que en esta región volcánica aparezcan el doble de pueblos que en la vecina Mancha, al oriente, sobre suelos calizos, y el cuádruple que en la comarca de Los Montes, a occidente, sobre sustratos ácidos paleozoicos.
La disyunción columnar en profundidad de los basaltos se muestra en superficie como este basto enlosado
Esta arcaica ocupación agro-ganadera intensiva de los suelos volcánicos ha llevado a que estos paisajes, hace tiempo que hayan perdido su naturalidad, encontrándose casi siempre, totalmente transformados por el hombre que también ha hecho un intensivo aprovechamiento minero de ellos. Por eso, hoy en día, solo es posible encontrar buenas áreas volcánicas relativamente bien conservadas, en áreas marginales y enclaves entre montuosas áreas silíceas.
Todo son coladas procedentes del Manoteras o Morro del Arzollar, volcán iluminado por el sol
Otras
peculiaridad, volcánica y ecológica, son las lagunas o navas de origen
volcánico. No son calderas volcánicas ocupadas por una laguna, sino hondonadas
producidas de forma explosiva en lugares puntuales donde un acuífero subterráneo entró en contacto con el calor magmático
inferior, calentándose hasta producir una explosión que lanzó todo el
material supra-yacente al cielo; son los “maares” y en el Campo de Calatrava
muestran su mayor extensión y variedad mundial, creando unas especiales y
variadas lagunas que a pesar del maltrato secular al que han sido sometidas,
en estos últimos años de bonanza hídrica, están mostrándose como aquellos
paraísos ecológicos que en su día debieron ser.
Maar de Fuentillezgo o la Posadilla lleno de agua
Pero
no voy a hablar de la también peculiar flora ligada a estas lagunas, sino de la
relacionada con los volcanes, sus coladas de lava y áreas adyacentes. Hace
algún tiempo, un grupo de botánicos dictaminó, tras varias excursiones, que no existía
una especial vegetación volcánica en el Campo de Calatrava, a pesar de haber
herborizado algunas plantas que declaraban como novedades provinciales o manchegas. En esta
entrada quiero demostrar absolutamente todo lo contrario y mostrar el gran alcance, valor y especificidad de la vegetación de los volcanes calatraveños.
Erodium primulaceum, corriente, pero con una floración totalmente explosiva sobre las coladas de lava
Como
he dicho antes, estos terrenos son especialmente fértiles, hasta el punto que las zonas más pedregosas, si no son demasiado abruptas, también se han cultivado, incluso en las faldas de un pedregoso volcán, se asienta "Piedrabuena" o en otro "Cabezarados". Casi ninguna zona de lava ha escapado al cultivo o a un pastoreo
intensivo y para colmo, esta área volcánica está fragmentada en
diferentes núcleos, mayores o menores, a veces muy distantes de su centro.
Estas áreas más distales, pequeñas islas en un mar silíceo, apenas difieren
mucho en vegetación con sus áreas vecinas, mostrando más significado, las
notorias ausencias (como los distintos tipos de jaras) o abundancias (cornicabras, almendros y acebuches) que su flora propia.
Los pastizales, incluso los más alterados, reúnen la mayoría de las joyas botánicas de este territorio
Florísticamente
predominan las gramíneas y terófitos, de forma abusiva sobre el resto. Esto
se puede deber a su aprovechamiento secular e intensivo y a su especial litología, pues la alteración de las lavas, produce suelos ricos en arcillas que captan el agua hinchándose y encongiéndose rápidamente al
secarse, creando grietas de retracción y una gran movilidad de gravas y
bloques, son los vertisoles.
Bolo basáltico alterándose en capas de cebolla
En muy poco tiempo se puede pasar de la abundancia hídrica, a una sequía severa y las plantas tienen que adaptarse, predominando las plantas de carácter sureño, plantas más andaluzas que manchegas. También el magnesio y el carácter de básico de muchos suelos, contribuye a la especificidad de la flora.
En lo arbóreo destaca la abundancia del allozo, arzollo o almendro silvestre, tanto que hace plantearse si no se trata realmente de un árbol autóctono, recibiendo el topónimo de arzollar numerosos cerros volcánicos. La termicidad aludida se muestra en la abundancia de acebuches, dándose, en los enclaves más occidentales, un fuerte contraste con los contiguos encinares silíceos carentes de ellos, en lo no volcánico; también son comunes los higuerales en situaciones casi rupícolas.
No
soy un buen botánico, no suelo entrar en subespecies o plantas de difícil
determinación, más bien siempre me ha llamado siempre la atención, las
diferentes especies por su belleza y por eso quiero mostrar aquí estas plantas de auténtico
escándalo, incluso por su tamaño; algunas de ellas teóricamente “inexistentes
en Castilla la Mancha” y otras “novedades provinciales” solo visibles en estos volcanes, teóricamente, "sin una vegetación destacable".
Todas ellas son plantas muy escasas, tanto que me niego a
recolectarlas para ningún herbario para no poner ninguna de ellas en riesgo por
mi científica culpa, aunque un amigo mío y magnífico botánico, Daniel Sánchez Mata, me suele decir
que si no meto la planta en un herbario, a los ojos de la ciencia, es como si
no existiese.
Las plantas volcánicas más destacables son:
En algún volcán destaca la abundancia de higueras rupícolas
De impresionante tamaño, el Allium nigrum es una joya botánica de la región
Las plantas volcánicas más destacables son:
-
El ajo negro, Allium nigrum, no está citada en CLM, aparece en vaguadas y laderas
bajas de los volcanes, es una planta enorme, contundente y llamativa, tanto
por su porte y floración, como por sus persistentes frutos. De una belleza
y tamaño que me extraña no haya sido descrita mucho tiempo atrás en
CLM.
Allium nigrum
-
El gladiolo grande, Gladiolus italicus, es parecido al otro gladiolo, pero mayor
y de flores dísticas. Aparece en vaguadas volcánicas, el
medio más demandado por su producción agraria, apareciendo de forma marginal en
bordes de fincas y cultivos. A pesar de su tamaño y resistencia, incluso de su
muy puntual abundancia, un par de pasadas de arado pueden acabar con su
presencia en CLM, donde creo es la primera cita tras el sur de Albacete.
Gladiolus itallicus
- El geranio malva, Geranium malviflorum, es muy escaso, aparece en coscojares al pie de laderas volcánicas, vuelve a aparecer en las faldas de Sierra Morena y luego en Extremadura y Andalucía. Lo cité hace años como novedad en CLM.
Geranium malviflorum
- Onosma tricerosperma,
es una planta rarísima, relacionada con las montañas béticas, muy escasa y
cercana a la extinción, pues solo hay dos localidades en volcanes de Ciudad Real y en una de ellas ya no la localizo, esperemos que no la haya
recolectado ningún botánico.
Onosma tricerosperma
- Geropogon
hybridum, bella flor estrellada que si aparece citada en Ciudad Real, pero
que yo solo he visto en volcanes o en su inmediata vecindad sobre calizas, también existe en las margas de Toledo.
Geropogon hybridum
-
Cynoglossum
clandestinum, especie muy poco corriente frente a las otras más comunes de
su género, solo se tiene una cita provincial y manchega, apareciendo exclusivamente en estos volcanes como característica de los mismos.
Cynoglossum clandestinum
- Cardillo manchado, Scolymus maculatus, aparce en el valle del Tajo toledano, muy poco corriente en CLM y sin citar en Ciudad
Real, es de terrenos más cálidos y limo-arcillosos, como la costa mediterránea y Andalucía. En algún volcán es muy abundante.
Scolymus maculatus
- Azafrán amarillo, Sternbergia colchiciflora, aparece en las zonas yesosas y margosas
de CLM, pero en Ciudad Real no está citada, apareciendo solamente sobre coladas
de lava. También aparece su congénere S. lutea, pero se trata de una planta más
naturalizada que natural.
Sternbergia colchiciflora
- La zamarrilla espinosa Teucrium spinosum solo aparece, y escasísima, en el volcán de Piedrabuena, en las áreas más húmedas de terrenos cultivados. Habría que bajar al Guadalquivir a encontrar a su vecino más cercano.
- Bupleurum rotundifolium es una planta de las arcillas que en la provincia solo aparece en los volcanes y también en Ruidera. Senecio sylvaticus solo aparece en un volcán calatraveño, de carácter nitrófilo y relacionada (creo yo), con lugares nitrificados por las aves.
El escasísimo Teucrium spinosum, los únicos ejemplares de CLM están en estos volcanes
Bupleurum rotundifolium
Aparte de
estas dos últimas y las que, seguro, nos deparará el futuro, destacan poderosamente las floraciones de plantas que tengo
bien documentadas en este blog: el lirio de invierno (Iris o Juno planifolia), que solo aparece en los volcanes o su inmediata
vecindad y el que llamo geranio de los volcanes (Erodium primulaceum), común en otros medios pero aquí absolutamente masivo en las áreas volcánicas pastoreadas por ovejas. Ambos muestran floraciones espectaculares, a primeros de año el lirio y a primeros
de marzo el geranio.
Cima de un volcán calatraveño cubierto de lirios a primeros de febrero
Otras plantas muy poco comunes y en estos volcanes especialmente abundantes, son el bello cardo Echinops strigosus o la mala hierba de áreas arcillosas Kickxia lanigera.
Todas
estas plantas no son exclusivas de los volcanes calatraveños, pero curiosamente, en toda la región solamente aparecen sobre ellos y para buscar a sus vecinos más
inmediatos a veces habría que viajar cientos de kilómetros.
Esta
flora se encuentra muy amenazada por el aprovechamiento agrícola o minero y, a pesar de su escasez, ni siquiera figuran en la
Directiva Hátitats o en el Catálogo de Especies Protegidas de CLM por ausencia de estudios científicos que determinen una
valía y una exclusividad que aún ningún botánico ha sentado, pero que solamente con ver
las imágenes de esta entrada, creo haber dejado claro que se trata de algo absolutamente especial y
en verdadero peligro.
Echinops strigosus junto a un cardillo manchado
Macizo del estrellado Geropogon hybridum
Estoy
muy al día de lo ocurrido en el CTC de Coslada con una gran cantidad de plantas
únicas, extinguidas en masa gracias al celo en conseguirlo mostrado por las “autoridades”
madrileñas. Es curioso que la especificidad de ese lugar consistía en la abundancia
de magnesio en los vertisoles de sus arcillas verdes; una abundancia cuyo origen, los científicos han sido incapaces de determinar y echaban de menos una zona volcánica cercana que lo produjera.
Aquí en el Campo de Calatrava sí tenemos esa fuente de magnesio volcánico y, por lógica,
las coincidencias florísticas con esa excepcional y casi extinguida flora genuinamente madrileña, son más que notorias.
A finales de febrero perduran las últimas flores de los lirios pero aún no han florecido los geranios malva
Ladera cubierta de espartal y Ballota nigra en el Cerro Gordo
Espero que esta entrada sirva para llamar la atención sobre unas pocas localidades que tienen una flora que se sale claramente de lo común en toda Castilla la Mancha, dejando testimonio de la clara singularidad de una vegetación relacionada con los infra-valorados volcanes del Campo de Calatrava y que sirva para proteger una vegetación absolutamente peculiar y que, poco a poco, está perdiendo sus últimos efectivos.
Explosión intempestiva del geranio de los volcanes Erodium primulaceum a pesar de la terrible sequía
Frente a una agricultura que ya se comió casi todas las laguna y llanuras de inundación
y que ahora está acabando con los escasos arroyos de los volcanes
calatraveños, también ayudada también por una minería que está devorando sus volcanes, hay que conceder unas pocas hectáreas a salvaguardar esta vegetación única, no volveremos a tener esta oportunidad que estamos cerca de perder.
Una explotación minera devorando el volcán de la Yezosa en Almagro, bajo un arzollar a punto de florecer
Pero seamos
optimistas, el Guadiana y las llanuras de inundación, así como todas las
lagunas, están viviendo un momento de oro, llenas de agua y de una
vida excepcional, que probablemente sea reconocida en forma de un futuro Parque
Natural de las Lagunas Volcánicas del Campo de Calatrava.
Yo sigo aquí en mi
empeño, clamando por un Parque Nacional del Guadiana, que desde sus Ojos
llegue hasta el límite con Extremadura, reuniendo a su alrededor todos esos entornos únicos como volcanes, llanuras de inundación, lagunas y esos enclaves cercanos con una vegetación única: bonales, robledales, quejigares, murtedas, alisedas, abedulares, riberas del Guadiana, Bullaque y Bullaquejo y un largo etcétera. Pero de momento aquí he señalado las plantas menos comunes y características de una vegetación exclusiva que merece sin duda ser considerada como Hábitat Prioritario, por su singularidad y por su peligro de desaparición.
Iris planifolia ahora Juno planifolia