lunes, 28 de abril de 2014

La especial flora de los volcanes del Campo de Calatrava en Ciudad Real




           Poca gente sabe que en el interior peninsular tenemos una región volcánica, quizás porque no alcanza al concepto “estromboliano” que la gente asocia a los volcanes. Supongo que a los que vieron “Al Este de Java”, los volcanes calatraveños no se lo parecerán, comparados con esa cinematográfica imagen,  sino unos cerros como los demás. Quizás, en apariencia no se equivoquen, pero geológica y botánicamente, son otro cantar.

Las gramíneas, en este caso Stipa capensis, son las dominantes en los volcanes calatravos

                Los volcanes del Campo de Calatrava no destacan demasiado en el paisaje y tampoco lo hacen frente a los vecinos e intercalados montes cuarcíticos de esta región española que tiene la característica física de mezclar, casi a partes iguales, la llanura caliza manchega, las serretas cuarcíticas y las formas volcánicas.



              Pero el hombre desde la antigüedad si que ha valorado la fertilidad sus suelos volcánicos, dándose la clara estadística de que en esta región volcánica aparezcan el doble de pueblos que en la vecina Mancha, al oriente, sobre suelos calizos, y el cuádruple que en la comarca de Los Montes, a occidente, sobre sustratos ácidos paleozoicos.


La disyunción columnar en profundidad de los basaltos se muestra en superficie como este basto enlosado

         Esta arcaica ocupación agro-ganadera intensiva de los suelos volcánicos ha llevado a que estos paisajes, hace tiempo que hayan perdido su naturalidad, encontrándose casi siempre, totalmente transformados por el hombre que también ha hecho un intensivo aprovechamiento minero de ellos. Por eso, hoy en día, solo es posible encontrar buenas áreas volcánicas relativamente bien conservadas, en áreas marginales y enclaves entre montuosas áreas silíceas.


Todo son coladas procedentes del Manoteras o Morro del Arzollar, volcán iluminado por el sol

              Otras peculiaridad, volcánica y ecológica, son las lagunas o navas de origen volcánico. No son calderas volcánicas ocupadas por una laguna, sino hondonadas producidas de forma explosiva en lugares puntuales donde un acuífero subterráneo entró en contacto con el calor magmático inferior, calentándose hasta producir una explosión que lanzó todo el material supra-yacente al cielo; son los “maares” y en el Campo de Calatrava muestran su mayor extensión y variedad mundial, creando unas especiales y variadas lagunas que a pesar del maltrato secular al que han sido sometidas, en estos últimos años de bonanza hídrica, están mostrándose como aquellos paraísos ecológicos que en su día debieron ser.


Maar de Fuentillezgo o la Posadilla lleno de agua

             Pero no voy a hablar de la también peculiar flora ligada a estas lagunas, sino de la relacionada con los volcanes, sus coladas de lava y áreas adyacentes. Hace algún tiempo, un grupo de botánicos dictaminó, tras varias excursiones, que no existía una especial vegetación volcánica en el Campo de Calatrava, a pesar de haber herborizado algunas plantas que declaraban como novedades provinciales o manchegas. En esta entrada quiero demostrar absolutamente todo lo contrario y mostrar el gran alcance, valor y especificidad de la vegetación de los volcanes calatraveños.


Erodium primulaceum, corriente, pero con una floración totalmente explosiva sobre las coladas de lava

            Como he dicho antes, estos terrenos son especialmente fértiles, hasta el punto que las zonas más pedregosas, si no son demasiado abruptas, también se han cultivado, incluso en las faldas de un pedregoso volcán, se asienta "Piedrabuena" o en otro "Cabezarados". Casi ninguna zona de lava ha escapado al cultivo o a un pastoreo intensivo y para colmo, esta área volcánica está fragmentada en diferentes núcleos, mayores o menores, a veces muy distantes de su centro. 


Los pastizales, incluso los más alterados, reúnen la mayoría de las joyas botánicas de este territorio

            Estas áreas más distales, pequeñas islas en un mar silíceo, apenas difieren mucho en vegetación con sus áreas vecinas, mostrando más significado, las notorias ausencias (como los distintos tipos de jaras) o abundancias (cornicabras, almendros y acebuches) que su flora propia.

Acebuches y almendros en las cimas de algunos volcanes

             Florísticamente predominan las gramíneas y terófitos, de forma abusiva sobre el resto. Esto se puede deber a su aprovechamiento secular e intensivo y a su especial litología, pues la alteración de las lavas, produce suelos ricos en arcillas que captan el agua hinchándose y encongiéndose rápidamente al secarse, creando grietas de retracción y una gran movilidad de gravas y bloques, son los vertisoles.

Bolo basáltico alterándose en capas de cebolla

              En muy poco tiempo se puede pasar de la abundancia hídrica, a una sequía severa y las plantas tienen que adaptarse, predominando las plantas de carácter sureño, plantas más andaluzas que manchegas. También el magnesio y el carácter de básico de muchos suelos, contribuye a la especificidad de la flora.


               En lo arbóreo destaca la abundancia del allozo, arzollo o almendro silvestre, tanto que hace plantearse si no se trata realmente de un árbol autóctono, recibiendo el topónimo de arzollar numerosos cerros volcánicos. La termicidad aludida se muestra en la abundancia de acebuches, dándose, en los enclaves más occidentales, un fuerte contraste con los contiguos encinares silíceos carentes de ellos, en lo no volcánico; también son comunes los higuerales en situaciones casi rupícolas.


En algún volcán destaca la abundancia de higueras rupícolas


           No soy un buen botánico, no suelo entrar en subespecies o plantas de difícil determinación, más bien siempre me ha llamado siempre la atención, las diferentes especies por su belleza y por eso quiero mostrar aquí estas plantas de auténtico escándalo, incluso por su tamaño; algunas de ellas teóricamente “inexistentes en Castilla la Mancha” y otras “novedades provinciales” solo visibles en estos volcanes, teóricamente, "sin una vegetación destacable".


De impresionante tamaño, el Allium nigrum es una joya botánica de la región

              Todas ellas son plantas muy escasas, tanto que me niego a recolectarlas para ningún herbario para no poner ninguna de ellas en riesgo por mi científica culpa, aunque un amigo mío y magnífico botánico, Daniel Sánchez Mata, me suele decir que si no meto la planta en un herbario, a los ojos de la ciencia, es como si no existiese.


Las plantas volcánicas más destacables son:

-          El ajo negro, Allium nigrum, no está citada en CLM, aparece en vaguadas y laderas bajas de los volcanes, es una planta enorme, contundente y llamativa, tanto por su porte y floración, como por sus persistentes frutos. De una belleza y tamaño que me extraña no haya sido descrita mucho tiempo atrás en CLM.


Allium nigrum

-          El gladiolo grande, Gladiolus italicus, es parecido al otro gladiolo, pero mayor y de flores dísticas. Aparece en vaguadas volcánicas, el medio más demandado por su producción agraria, apareciendo de forma marginal en bordes de fincas y cultivos. A pesar de su tamaño y resistencia, incluso de su muy puntual abundancia, un par de pasadas de arado pueden acabar con su presencia en CLM, donde creo es la primera cita tras el sur de Albacete.

Gladiolus itallicus


-        El geranio malva, Geranium malviflorum, es muy escaso, aparece en coscojares al pie de laderas volcánicas, vuelve a aparecer en las faldas de Sierra Morena y luego en Extremadura y Andalucía. Lo cité hace años como novedad en CLM.

Geranium malviflorum

-  Onosma tricerosperma, es una planta rarísima, relacionada con las montañas béticas, muy escasa y cercana a la extinción, pues solo hay dos localidades en volcanes de Ciudad Real y en una de ellas ya no la localizo, esperemos que no la haya recolectado ningún botánico.

Onosma  tricerosperma

-       Geropogon hybridum, bella flor estrellada que si aparece citada en Ciudad Real, pero que yo solo he visto en volcanes o en su inmediata vecindad sobre calizas, también existe en las margas de Toledo.

Geropogon hybridum

-          Cynoglossum clandestinum, especie muy poco corriente frente a las otras más comunes de su género, solo se tiene una cita provincial y manchega, apareciendo exclusivamente en estos volcanes como característica de los mismos.

Cynoglossum clandestinum

-         Cardillo manchado, Scolymus maculatus,  aparce en el valle del Tajo toledano, muy poco corriente en CLM y sin citar en Ciudad Real, es de terrenos más cálidos y limo-arcillosos, como la costa mediterránea y Andalucía. En algún volcán es muy abundante.

Scolymus maculatus

-     Azafrán amarillo, Sternbergia colchiciflora, aparece en las zonas yesosas y margosas de CLM, pero en Ciudad Real no está citada, apareciendo solamente sobre coladas de lava. También aparece su congénere S. lutea, pero se trata de una planta más naturalizada que natural.

Sternbergia colchiciflora

-  La zamarrilla espinosa Teucrium spinosum solo aparece, y escasísima, en el volcán de Piedrabuena, en las áreas más húmedas de terrenos cultivados. Habría que bajar al Guadalquivir a encontrar a su vecino más cercano.


El escasísimo Teucrium spinosum, los únicos ejemplares de CLM están en estos volcanes

-     Bupleurum rotundifolium es una planta de las arcillas que en la provincia solo aparece en los volcanes y también en Ruidera. Senecio sylvaticus solo aparece en un volcán calatraveño, de carácter nitrófilo y relacionada (creo yo), con lugares nitrificados por las aves.

Bupleurum rotundifolium

  Aparte de estas dos últimas y las que, seguro, nos deparará el futuro, destacan poderosamente las floraciones de plantas que tengo bien documentadas en este blog: el lirio de invierno (Iris o Juno planifolia), que solo aparece en los volcanes o su inmediata vecindad y el que llamo geranio de los volcanes (Erodium primulaceum), común en otros medios pero aquí absolutamente masivo en las áreas volcánicas pastoreadas por ovejas. Ambos muestran floraciones espectaculares, a primeros de año el lirio y a primeros de marzo el geranio.

Cima de un volcán calatraveño cubierto de lirios a primeros de febrero

        Otras plantas muy poco comunes y en estos volcanes especialmente abundantes, son el bello cardo Echinops strigosus o la mala hierba de áreas arcillosas Kickxia lanigera.

Echinops strigosus junto a un cardillo manchado

      Todas estas plantas no son exclusivas de los volcanes calatraveños, pero curiosamente, en toda la región solamente aparecen sobre ellos y para buscar a sus vecinos más inmediatos a veces habría que viajar cientos de kilómetros. 


Macizo del estrellado  Geropogon hybridum

           Esta flora se encuentra muy amenazada por el aprovechamiento agrícola o minero y, a pesar de su escasez, ni siquiera figuran en la Directiva Hátitats o en el Catálogo de Especies Protegidas de CLM por ausencia de estudios científicos que determinen una valía y una exclusividad que aún ningún botánico ha sentado, pero que solamente con ver las imágenes de esta entrada, creo haber dejado claro que se trata de algo absolutamente especial y en verdadero peligro.


Macizo de Gladiolus italicus compitiendo con  huertos y cultivos

              Estoy muy al día de lo ocurrido en el CTC de Coslada con una gran cantidad de plantas únicas, extinguidas en masa gracias al celo en conseguirlo mostrado por las “autoridades” madrileñas. Es curioso que la especificidad de ese lugar consistía en la abundancia de magnesio en los vertisoles de sus arcillas verdes; una abundancia cuyo origen, los científicos han sido incapaces de determinar y echaban de menos una zona volcánica cercana que lo produjera.


A finales de febrero perduran las últimas flores de los lirios pero aún no han florecido los geranios malva

          Aquí en el Campo de Calatrava sí tenemos esa fuente de magnesio volcánico y, por lógica, las coincidencias florísticas con esa excepcional y casi extinguida flora genuinamente madrileña, son más que  notorias.

Ladera cubierta de espartal y Ballota nigra en el Cerro Gordo

              Espero que esta entrada sirva para llamar la atención sobre unas pocas localidades que tienen una flora que se sale claramente de lo común en toda Castilla la Mancha, dejando testimonio de la clara singularidad de una vegetación relacionada con los infra-valorados volcanes del Campo de Calatrava y que sirva para proteger una vegetación absolutamente peculiar y que, poco a poco, está perdiendo sus últimos efectivos.


Explosión intempestiva del geranio de los volcanes Erodium primulaceum a pesar de la terrible sequía

         Frente a una agricultura que ya se comió casi todas las laguna y llanuras de inundación y que ahora está acabando con los escasos arroyos de los volcanes calatraveños, también ayudada también por una minería que está devorando sus volcanes, hay que conceder unas pocas hectáreas a salvaguardar esta vegetación única, no volveremos a tener esta oportunidad que estamos cerca de perder.

Una explotación minera devorando el volcán de la Yezosa en Almagro, bajo un arzollar a punto de florecer

     Pero seamos optimistas, el Guadiana y las llanuras de inundación, así como todas las lagunas, están viviendo un momento de oro, llenas de agua y de una vida excepcional, que probablemente sea reconocida en forma de un futuro Parque Natural de las Lagunas Volcánicas del Campo de Calatrava.


Iris planifolia ahora Juno planifolia

      Yo sigo aquí en mi empeño, clamando por un Parque Nacional del Guadiana, que desde sus Ojos llegue hasta el límite con Extremadura, reuniendo a su alrededor todos esos entornos únicos como volcanes, llanuras de inundación, lagunas y esos enclaves cercanos con una vegetación única: bonales, robledales, quejigares, murtedas, alisedas, abedulares, riberas del Guadiana, Bullaque y Bullaquejo y un largo etcétera. Pero de momento aquí he señalado las plantas menos comunes y características de una vegetación exclusiva que merece sin duda ser considerada como Hábitat Prioritario, por su singularidad y por su peligro de desaparición.